Ataques incendiarios dejaron al menos 15 máquinas y vehículos quemados en Arauco
Uno de los ataques fue adjudicado por la organización radical Weichan Auka Mapu (WAM).
Los ataques incendiarios se registraron en la provincia de Arauco y en la región de La Araucanía. AGENCIA UNO/ARCHIVO
Al menos 15 máquinas y vehículos resultaron quemados en dos ataques incendiarios registrados durante la madrugada de este martes en la provincia de Arauco, región del Biobío.
El primer ataque, según lo publicado por Radio Bío Bío, ocurrió en las instalaciones de una empresa Antumapu en el sector Horcones, hasta donde llegaron unos 10 individuos encapuchados para intimidar a los guardias e incendiar las máquinas que se encontraban en el lugar.
Tras cometer el atentado, los sujetos escaparon. Momentos después llegaron voluntarios de Bomberos, quienes trabajaron para evitar la propagación de las llamas.
En el sitio encontraron tres panfletos adjudicados por Weichan Auka Mapu (WAM), que llevaban consignas relacionadas con los presos mapuches de Angol y Lebu, además del fallecido comunero Jordan Llempi.
Otros ataques incendiarios
En paralelo se registraron otros ataques incendiarios, los que también afectaron a la provincia de Arauco y a la vecina región de La Araucanía.
Uno de los incidentes ocurrió en el sector San José de Colico, al sur de la comuna de Curanilahue, donde dos camiones fueron quemados, los que pertenecen a la Empresa Logística Center. El hecho fue cometido por 10 encapuchados armados, que llegaron al predio vistiendo tenida mimetizada tipo militar, cascos y chalecos.
Un poco más al sur, ya en La Araucanía, se reportó la quema de otros dos camiones. El ataque ocurrió en el sector Salto Rayén, en la ruta R-60-P que conecta Contulmo y Purén.
Personal de Carabineros y de la Fiscalía llegó hasta los sitios del suceso para investigar las causas y determinar a los responsables.
Todos los ataques ocurrieron en una zona que se encuentra en Estado de Excepción, cuya prórroga fue recientemente aprobada por el Congreso Nacional. La medida lleva más de tres meses vigente y se ha enfrentado a las amenazas de organizaciones como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), que definió su estrategia centrada en el sabotaje a las empresas y las maquinarias.
