Héctor Llaitul califica de “violento” el trato de Izkia Siches y reivindica el robo de madera
El líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) criticó a la ministra del Interior e insistió en su defensa de los robos de madera cometidos por la organización en la Macrozona Sur.
El líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, cuestionó y criticó a la ministra del Interior, Izkia Siches, por el trato que, estiman en la organización, es “violento” de parte de la autoridad.
Llaitul y la CAM han acaparado la atención luego de que reivindicara el robo de madera como “recuperación”, una cuestión que caló hondo en el Gobierno del presidente Gabriel Boric quien, en voz de Siches, salió a condenar la situación.
“No es información nueva”, dijo la ministra respecto de que Llaitul admitiera y reivindicara su autoría y de la organización que lidera en estos hechos delictuales. “Cuando hay admisión de delito, el Ministerio Público tiene libertad para actuar y le hemos planteado que tienen que hacer las acciones que competen”, añadió la otrora presidenta del Colegio Médico, enfatizando en que no habrá impunidad.
Ahora, no obstante, a través de un video difundido por la propia CAM, Llaitul insistió en la reivindicación de sus delitos y cuestionó las palabras de la titular de Interior. “Nosotros observamos que llegó una ministra hablando del Wallmapu primero, y diciendo Mari-Mari, pero hoy día la vemos tratándonos de delincuentes, que robamos madera”, comentó el dirigente mapuche.
“Estamos acostumbrados a la denostación, pero nuestra gente que está trabajando con dignidad, con mucho esfuerzo, hoy día en este contexto de mucho frío, de mucho barro, de mucha lluvia, haciendo soberanía para la causa mapuche, haciendo dignidad, que le den un trato así es un golpe muy violento”, añadió Llaitul.
El líder de la organización armada, además, afirmó que la madera que roban “no es parte de la cadena productiva controlada por los grandes grupos económicos” y justificó los delitos nuevamente afirmando que estos “benefician a la mayoría de los pobres del campo y la ciudad, más allá de las comunidades mapuche que utilizan los recursos para favorecer la soberanía, la autogestión y, en definitiva, la autogestión revolucionaria”.