El celular de Héctor Llaitul: el nuevo objetivo de las pesquisas de la fiscalía
Las investigaciones pendientes en el caso del líder de la Coordinadora Arauco Malleco apuntan a su teléfono para comprobar que sí estuvo presente en los delitos por los que quedó en prisión preventiva.
El líder de la CAM, Héctor Llaitul, está recluido en la cárcel El Manzano de Concepción, centro penitenciario donde ya estuvo en 2014. AGENCIA UNO/ARCHIVO
Luego de la formalización de este jueves en Temuco, Héctor Llaitul fue trasladado a la cárcel El Manzano de Concepción. En el centro penitenciario más grande de la Región del Biobío, por ahora, el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) deberá esperar los 30 días que fue impuesto como plazo de investigación de las causas por las que debe enfrentar a la justicia.
Si bien las autoridades locales como el gobernador Rodrigo Díaz piden que Llaitul sea trasladado a la Cárcel de Alta Seguridad de la Región Metropolitana, por ahora el comunero mapuche seguirá detenido en tierras penquistas.
En ese escenario, el fiscal Roberto Garrido continuará con las diligencias para poder condenar al vocero de este grupo que se ha atribuido por años ataques en la Macrozona Sur.
Durante la formalización se conocieron algunas escuchas telefónicas que acercan al vocero de la CAM a tomas de terrenos y otros hechos con armas, y el propio persecutor asegura que debe ir más allá en las pesquisas. Garrido postula que en el celular de Llaitul pueden conseguir más pruebas de su presencia en los delitos.
“Llevamos dos años en esta investigación y nos adherimos al plazo que planteó la propia defensa. Faltan, sin duda, diligencias que no se pudieron realizar antes por el sigilo con el que se estaban realizando, pero creo que tenemos la capacidad para poder llevarlas a cabo y cumplir con el plazo para presentar prontamente la acusación”, dijo el persecutor en T13 Radio.
Lo que busca la fiscalía con estos trámites es confirmar la presencia de Llaitul en los lugares donde se cometieron delitos como usurpación y robo de madera después de ataques con armas.
“Si comparamos los dichos del imputado y luego las acciones que se realizan, las pancartas, los lienzos que se encuentran en esos lugares, creemos que se puede establecer un nexo entre la incitación que realiza y la realización de esos atentados, y de esa manera, se satisface la exigencia de la ley”, complementó Garrido.
