Horario de verano: cinco consejos para adaptarse al cambio de hora
Cansancio, fatiga, menor concentración y alteraciones del humor son algunas de las consecuencias del cambio de hora.
El próximo sábado 10 de septiembre se realizará el cambio de hora, donde todo el país, excepto la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, deberá adelantar sus relojes una hora para dar inicio al horario de verano.
Ante esto, los especialistas explican que la población general experimentará algunos efectos transitorios por la pérdida de una hora de sueño.
“Es inevitable que este nuevo horario afecte, más aún a las poblaciones de riesgo, que son los adultos mayores, niños y pacientes con patologías de sueño. Vamos a andar más cansados, fatigados, menos concentrados y con alteraciones de humor”, indicó a EL DÍNAMO, Catalina Torres, neuróloga de Clínica Santa María.
En tanto, la neuróloga y especialista en Medicina del Sueño de Clínica Dávila, Evelyn Benavides, afirmó que “el hecho de despertarnos más oscuro y tener más luz hacia la tarde hará que la mañana sea más difícil, nos costará más mantener la concentración en la mañana, se nos correrá el horario de tomar desayuno y nuestra capacidad cognitiva no será tan buena, sobre todo la primera semana, mostrando incluso cambios en nuestra conducta como mayor irritabilidad”.
Cambio de sueño en los niños
En el caso de los niños, Paola León, neuróloga infantil de Clínica Vespucio, aseguró a EL DÍNAMO que “cuando despertamos a los niños con poca luz, el cerebro sigue en estado de somnolencia, lo que significa que durante las primeras horas de clases ellos podrían presentar menor concentración”.
Por ello, la profesional aconseja que la transición se haga previamente acostando a los menores de edad más temprano y respetando las 12 horas de sueño en preescolares, 10 horas en escolares y 8 o 9 en adolescentes.
La experta de la Clínica Santa María agregó que existe evidencia epidemiológica que demuestra más riesgo cardiovascular, más accidentes y más tasas de suicidios, todo posterior al cambio de hora. Por eso, tomar algunas recomendaciones básicas son fundamentales para hacer más llevadero este cambio.
Consejos para adaptarse a los nuevos ciclos de sueño
- Evitar las comidas muy tarde y las bebidas energéticas en niños.
- Durante los días previos, dormirse antes y levantarse más temprano.
- Evitar el consumo de té, café o estimulantes.
- No dormir siestas.
- Evitar el uso de pantallas hasta tarde.
“En el caso de las comidas, habría que adelantarlas e intentar consumir alimentos que tengan L-triptofano, que es un aminoácido que induce el sueño y que está presente en vegetales, huevo y algunas carnes. Además, será necesario dejar de hacer actividades que provoquen una alerta adicional en la noche, como los videojuegos y el ejercicio extenuante que de por sí activan a la persona y postergan su sueño”, agregó Enzo Rivera, neurólogo del Centro de Estudios del Sueño de Clínica Ciudad del Mar.