Cámara de Comercio de Santiago cuestiona aumento del impuesto corporativo como reemplazo al del patrimonio
Dicha propuesta "no parece una medida apropiada en un contexto en el que se requiere atraer inversión", dijo la presidenta de la CCS, María Teresa Vial.
La Cámara de Comercio de Santiago se mostró contraria a la idea de incrementar el impuestos a las empresas, como vía compensatoria al impuesto a la riqueza que se está discutiendo en el Congreso, en el marco de la Reforma Tributaria.
De acuerdo a lo argumentado por la CCS, durante las últimas reformas ya se hicieron grandes cambios que aumentaron fuertemente la carga de las empresas, además de que éstas ya tienen un escenario de elevado impuesto en el contexto internacional.
“El impuesto a las utilidades de las empresas subió de 20% a 27%, y pasamos de un sistema integrado a uno semi-integrado”, planteó la presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, María Teresa Vial.
“Además, el actual proyecto lo desintegra totalmente y crea un impuesto especial a los accionistas, aumentando bruscamente su carga tributaria, lo que tendrá un impacto muy difícil de absorber para la inversión, el ahorro y el empleo“, complementó la dirigente gremial
Desde la CCS se indicó además que “en este contexto, cabe recordar que gran parte de los chilenos son accionistas de las grandes empresas a través de los fondos de pensiones, y la menor utilidad de éstas impactará también su competitividad y la inversión extranjera”.
Por lo anterior, María Teresa Vial consideró que dicha propuesta “no parece una medida apropiada en un contexto en el que se requiere atraer inversión“.
Impuesto al patrimonio
Por otra parte, el gremio se manifestó contrario al denominado impuesto al patrimonio incluido en el proyecto de Reforma Tributaria, que grava con tasas de hasta 1,8% a las personas naturales con patrimonio desde las 6 mil Unidades Tributarias Anuales, equivalentes a unos 5 millones de dólares.
De acuerdo al análisis hecho por la CCS, existe una serie de antecedentes objetivos y comprobados que permiten concluir que se trata de una medida errada. Entre ellos, la abundante evidencia en torno a su fracaso en obtener los efectos deseados, que ha llevado, en el caso de la OCDE, a eliminar la medida en 11 de los 14 países que alguna vez la implementaron.
Al respecto, María Teresa Vial planteó que “se trata de un impuesto caro para el Fisco, de difícil implementación y administración, que genera distorsiones y aleja capitales productivos del país, que graba activos independientemente de su rendimiento, de aporte marginal a la recaudación total, y que duplica impuestos sobre ingresos ya gravados, entre otros inconvenientes”.
“Creemos que una buena, segura y permanente forma de recaudación es formalizar a gran parte del 27% que hoy trabaja informalmente en el país. Ese es el camino”, aseguró.