El desgarrador relato de la madre de la sargento Rita Olivares: “Mi nieto mayor lloró toda la noche”
María Raio reveló la compleja situación que están enfrentando los hijos de la carabinera asesinada en Quilpué.
María Raio, madre de la asesinada sargento segundo Rita Olivares, entregó durante este lunes un desgarrador testimonio sobre la situación que vive su familia tras el crimen ocurrido en la ciudad de Quilpué, en la región de Valparaíso.
La funcionaria policial de 43 años fue baleada mientras asistía a un procedimiento por un robo, en un hecho que causó conmoción nacional y que provocó manifestaciones a favor de la policía uniformada.
En una entrevista al matinal Buenos Días a Todos de TVN, Raio reclamó por la situación que estarían viviendo los carabineros, asegurando que cuentan con poco respaldo para actuar frente a los delitos violentos.
“Las personas están desamparadas. Los delincuentes tienen más derechos que la gente trabajadora. Estamos abandonados, los delincuentes hacen lo que quieren con los carabineros y la gente”, expresó.
La madre de la sargento Olivares afirmó que la policía estaba “enamorada de su trabajo”, aunque durante los últimos años había manifestado su temor frente al aumento de la violencia de parte de los asaltantes.
“Ella a veces se sentía insegura, porque los carabineros no tienen recursos. Es injusto que los delincuentes tengan más armas que los carabineros (…) muchas veces se había enfrentado a delincuentes, rezaba para que le fuera bien“, dijo.
La delicada situación de los hijos de la mártir
La madre de la sargento Rita Olivares también habló sobre la situación de los dos hijos de la mártir, de 12 y 15 años, quienes aún están impactados con lo ocurrido.
“Mi nieto mayor está muy mal, anoche lloró toda la noche; yo lo abrazaba y le decía no podemos hacer nada, papito, porque esto ya pasó y la mamita no va a volver“, relató.
Raio agregó que “él me decía yo tengo miedo que mañana llegue la mamá y mirarle su carita. Yo le dije que no la mirara mejor, que estuviera tapadita en el cajón donde está la carita de ella y que no la mirara, y él se puso a llorar”.
Según la mujer, su nieto “no tiene ganas de comer ni tomar agua. Yo le decía que tenía que alimentarse, pero no tiene ganas. No sé cómo estará ahora, porque está con su papá”.