Alcalde de Calama y ministro de Justicia se enfrentan por cárcel para narcotraficantes
"Todos queremos más cárceles, pero nadie las quiere cerca" es una frase que marca esta nueva polémica.
El último anuncio que emanó desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos no cayó bien en la Región de Antofagasta. En Calama, específicamente, el alcalde Eliecer Chamorro no está de acuerdo con la información que entregó el ministro Luis Cordero respecto de la construcción de un nuevo recinto penitenciario para el país.
De acuerdo a lo expresado por el secretario de Estado, la capital del Loa asoma como alternativa para recibir una cárcel destinada a narcotraficantes y cabecillas de bandas de crimen organizado.
“Lo que a mí me sorprende es que dijeran que colocarán a líderes del crimen organizado, además de narcotraficantes. Yo no comparto eso. El proyecto original era para poder entregar cabida y una mayor cobertura a la cárcel de la comuna, donde tenemos hacinamiento, pero destinar una cárcel para narcotraficantes en Calama me parece sorprendente“, explicó la máxima autoridad calameña.
“Hubiese esperado que algún personero de Gobierno me hubiese avisado, pero nadie me informó desde el Ejecutivo sobre esta iniciativa. He visto una improvisación importante en este tema de las cárceles, nosotros no somos el patio trasero de Chile“, agregó Chamorro en ADN.
La respuesta del ministro de Justicia
Frente a estos cuestionamientos del alcalde de Calama, el ministro Luis Cordero de Justicia y Derechos Humanos defendió el proyecto que se enmarca en el plan que impulsa el presidente Gabriel Boric para, entre otros fines, terminar con los delitos y el liderazgo que siguen protagonizando los narcotraficantes desde el interior de los diferentes penales.
“Este trabajo data del 2014, se ha declarado desierta dos veces el diseño y ahora recién fue adjudicado nuevamente, lo cual da cuenta de la complejidad para la construcción de cárceles. Lo que ha declarado el alcalde de Calama, lo cual es completamente legítimo, revela de un modo muy claro el foco de este problema: todos queremos más cárceles, pero nadie las quiere cerca. Ese es el gran dilema de política pública que enfrentamos”, resumió Cordero.