Día del Encuentro de dos mundos: Los rumores y verdades de este hito histórico

Cada 12 de octubre en Chile se celebra el “Encuentro de dos mundos” en alusión a la llegada de Cristóbal Colón en 1492 a nuevas tierras para el viejo mundo. Sin embargo, ¿sabías que de acuerdo a nuestro calendario esa fecha no es la correcta?

Así lo afirmó a EL DÍNAMO María Gabriela Huidobro, doctora en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello (UNAB).

“Colón dice haber llegado un 12 de octubre, pero esto es según el calendario juliano, calendario que se comenzó a utilizar en tiempos de Julio César. Ese calendario tiene un desfase de ciertos minutos por año. De acuerdo con las fases astronómicas, que, al acumularse a lo largo de siglos, desfasa esa fecha en cerca de 9 días. Por eso, en realidad, Colón habría llegado un 20 o 21 de octubre de nuestro calendario actual, el gregoriano, que comenzó a regir en el siglo XVI”, explicó.

Para la docente de la UNAB, podemos hablar de “fake news” de esa época para referirnos a los rumores y la desinformación que existía en eso años. Allí es donde tiene lugar “el terraplanismo, que caracterizaba los imaginarios de algunas personas en ese entonces, aun cuando había científicos que ya habían planteado que la tierra era redonda”, explayó.

Indicó a su vez que pensar en que los navegantes no se aventuraban a nuevas aguas por temer caer por el precipicio sería una caricatura. “Que la Tierra fuera plana era una idea dominante entre algunas personas, pero no era el común entre todos. Así que la negativa a navegar hacia nuevas rutas más bien se debía al miedo a las corrientes y vientos desconocidos”, señaló Huidobro.

Lo que sí es verdad es que Colón nunca llegó a enterarse de que las tierras que descubrió se trataban de un continente nuevo.

“Colón supuso que había llegado a nuevas tierras y que éstas no eran las Indias, y lo fue corroborando en sus siguientes viajes. Sin embargo, pensó que había llegado a la altura de Asia, a tierras que habrían estado cerca de ese continente, más al sur. Fue Vespucio quien confirmó que era un nuevo continente cuando logró dar cuenta de que a América la rodeaba, otro océano por occidente”, aseveró.

Es por esto que nuestro continente lleva por nombre América, en honor a Américo Vespucio. Nombre que propuso Martin Waldseemüller en 1507, al año siguiente de la muerte de Colón. Más tarde, en 1516, el geógrafo y cartógrafo supo que el primero en arribar al Nuevo Mundo fue Colón y no Vespucio, pero ya se había establecido el nombre. Sin embargo, el nombre del país de Colombia rinde homenaje al pionero navegante.

Una desinformación de la época que se difundió en el Viejo Mundo luego del “Encuentro de dos mundos” fue que “América era como una tierra del buen salvaje, donde los habitantes seguían viviendo en el Edén, asociando a que vivían de manera incorruptible e ingenua. Pero la realidad es que había distintas prácticas y formas de sociedad, como en toda civilización”, dijo María Gabriela.

Agregó que “se llegó a expandir el rumor de que en Sudamérica habría existido El Dorado, una ciudad perdida inmensamente rica. Y hubo conquistadores que se lanzaron a la aventura de encontrarla, cuando en realidad, dicen que, o era un mito o que en realidad El Dorado representaba a una idea o a un gobernante, y no a un lugar”, expresó.

Rumores

El viaje de Cristóbal Colón hacia América, y lo que él creía las Indias, partió el 03 de agosto de 1492, por lo que pasado los meses sin ver tierra puede haber caldeado los ánimos entre los tripulantes que no conocían estas rutas.

Así el rumor de un amotinamiento se vuelve muy plausible. Como lo confirmó la doctora en Historia: “Colón no lo registró en sus diarios. Quizás porque luego debía rendir cuenta a los Reyes Católicos. Lo que sí indica es que había desesperanza y que ésta había crecido pocos días antes de que vieran tierra, por lo que él debió esforzarse por mantener el liderazgo y dar esperanza a su tripulación”.

Complementó diciendo que “quien sí registró que habría habido un amotinamiento fue González Fernández de Oviedo, un par de décadas después. Es probable que se haya basado en el testimonio de algún tripulante, pero también, que la memoria sobre los hechos haya ido agravando o exagerando ese recuerdo, dando aún más dramatismo a la historia”.

Otro rumor para Huidobro es el que la reina Isabel financió el viaje empeñando sus joyas. “La verdad es que ella financió los viajes a través de otros impuestos y de dineros que contaba en su categoría de reina. Que ella haya empeñado sus joyas personales forma más bien parte de la idealización de la gesta, como la anécdota del huevo de Colón”.

Según contó la docente de la UNAB, cuando Colón ya se había hecho célebre, se cuenta que, en un banquete con algunos nobles españoles, estos le comentaron que su gesta la podría haber hecho cualquiera. Ante esto, él solicitó que le trajeran un huevo crudo y les pidió a cada uno que trataran de pararlo. Cada uno lo intento sin resultado hasta que al final el huevo regresó a él. Colón le quebró un poquitito la base, la resquebrajó y logró pararlo. Entonces les habría dicho “cuando ya todos saben cómo se hace, es muy fácil”.

“Esa historia está en varios libros y se conoce como la anécdota del huevo de Colón, pero en realidad no hay una fuente que avale o demuestre que haya sido Colón el protagonista de este hecho, sino que más bien forma parte del imaginario del personaje”, concluyó María Gabriela Huidobro.