“No sabía cómo ayudarla”: revelan las declaraciones de taxista y conserje del Hotel Panamericano por el Caso Monsalve
Ambos relatos coincidieron en que el ex subsecretario venía en mucho mejor estado que la mujer con la que estaba.
En una jornada marcada por la formalización de Manuel Monsalve, se dio a conocer los testimonios del taxista que trasladó al ex subsecretario junto a su subalterna desde el centro de Santiago hasta el domicilio de la mujer y luego al Hotel Panamericano, además del conserje de este último lugar.
El testigo, de iniciales F.A.P, tomó a la pareja a “la altura del número 22 de calle San Francisco dirección sur, me hizo parar una chica que se encontraba acompañada de un sujeto mucho mayor que ella”, dijo, según lo que publicó La Tercera.
Lo que le llamó la atención fue que, una vez que se detuvo, la mujer se abalanzó sobre él para pedirle ayuda. “La chica me pidió ayuda y me dijo que no se quería ir con el sujeto con el que estaba“, dijo el taxista, quien le ofreció que se sentara en el puesto del copiloto. Monsalve, en tanto, ya había ingresado a los asientos traseros.
La primera indicación que recibió fue ir rumbo al domicilio de la mujer, quien iba en pésimo estado. El testigo aseguró que tuvo que parar en Alonso de Ovalle con Lord Cochrane porque “no paraba de vomitar”. En ese momento, le pidió al ex subsecretario que lo ayudara a limpiar el auto, pero no se movió.
Una vez que llegaron al domicilio de la mujer, Monsalve le entregó $20 mil por una carrera de solo $3.500 debido a “las molestias”. A eso sumó que “en ningún momento vi un forcejeo entre ellos, ni de parte de la chica ni por parte del hombre” y que “se notaba que ella estaba muy ebria“.
Luego de que se bajaran, el taxista continuó limpiando el auto, momento en que “haciéndome un poco el tonto para ver qué pasaba, porque me preocupaba un poco la chica y no sabía cómo ayudarla más“.
A los pocos minutos volvieron para dirigirse al Hotel Panamericano. En eso, ella insistía en que no quería irse con su acompañante.
“Cuando llegamos al hotel, ellos se bajaron y caminaron hacia la mitad del pasaje y yo me bajé nuevamente a limpiar mi vehículo y recuerdo que en la conversación que ellos tenían”, dijo, y detalló que la mujer le pedía a su acompañante que el taxista los acompañara. “En el trayecto también me lo pidió, dijo que no quería estar a solas con él”, relató.
F.A.P aseguró que, por segunda vez, recibió otros $20 mil por un corto trayecto. “El hombre en todo momento se encontraba en mejor estado que la chica“, aseguró.
“La escena me pareció muy mal”
A la declaración del taxista se suma también la declaración del conserje del Hotel Panamericano, quien fue testigo de la llegada de Manuel Monsalve y su subalterna la noche del domingo 22 de septiembre.
Ante Fiscalía, uno de los dos conserjes recordó que “a eso de la medianoche, no recuerdo la hora exacta, llegó una pareja. A él yo lo había visto en otras oportunidades, por las mañanas”.
“Esa noche (Monsalve) vestía con colores neutros, pantalón negro y con una camisa clara, chaqueta oscura. Ella era una mujer joven. No recuerdo cómo vestía esa noche”, agregó, según dio a conocer Ciper.
Algo que destacaron es que Monsalve no utilizó el ascensor principal, sino que el secundario. Con sus brazos, en tanto, sujetaba de la cintura a la mujer.
“Cuando venían caminando por el pasillo para ingresar al ascensor secundario que no es el principal del hotel, ella se veía muy mal, muy curada, inestable al caminar, se tambaleaba. Él la tomaba de la cintura y del brazo para sostenerla”, relató el testigo.
Seguido a eso, “cuando pasaron, él hizo un gesto con la mirada como saludándonos. Cuando eso ocurrió, mi compañero me mira como diciéndome qué vergüenza cómo viene. Y yo pensé que me pareció feo, porque ella venía muy mal, la escena me pareció muy mal”.
A diferencia de la mujer, el conserje del hotel aseguró que el ex subsecretario venía en mucho mejor estado. De hecho, en un momento bajó para pedir una llave de su habitación. “Respecto al caballero, venía también bebido, pero mucho más consciente que ella, se veía más firme al caminar, porque él la ayudaba a ella”, indicó.