Pamela Jiles por crímenes contra niños: “Soy partidaria de la pena de muerte”
La diputada del Partido Humanista se mostró a favor de la medida, a pesar de que ella misma se había manifestado en contra en agosto pasado.
Jiles lanzó un tuit que posteriormente borró. (Agencia Uno/Archivo)
La diputada Pamela Jiles, del Partido Humanista (PH), sorprendió este lunes a mostrarse a favor de la pena de muerte en contra de las personas que cometan crímenes graves en contra de niños, niñas y adolescentes.
La legisladora abordó la situación luego que Raúl Moya, padre de Tamara de 5 años quien murió baleada en Huechuraba tras una encerrona a su madre, pidiera al Presidente Sebastián Piñera reponer la medida para quienes cometan delitos que afecten a menores de edad.
En un tuit -que posteriormente fue borrado sin mayores explicaciones-, Jiles señaló que “declaro responsablemente que soy partidaria de la pena de muerte en caso de crímenes de alta gravedad que afectan a niñas, niños o adolescentes”.
Pese a que el texto desapareció de su cuenta, la congresista humanista respondió a un usuario de la red social que afirmó que la pena capital “alienta la normalización de la violencia”.
“Difiere usted con respeto e inteligencia. La manera adecuada de dialogar. A mí me interesan genuinamente las opiniones de los ciudadanos, fomento el debate y el intercambio de ideas, y siempre estoy dispuesta a ser persuadida con argumentos”, señaló la parlamentaria, respondiendo a las críticas que comenzó a recibir por su idea.
La visión de Pamela Jiles sobre la pena de muerte tuvo un giro radical con respecto a agosto de 2020, cuando la discusión reflotó a propósito del caso de la joven Ámbar Cornejo.
En aquella oportunidad, la ex integrante del Frente Amplio mostró su rechazo a los dichos de la entonces subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, quien dijo “entender que se haya levantado el tema (de la pena de muerte) en redes sociales”.
Sobre esto, la periodista pidió la salida de la autoridad de su cargo, asegurando que con su visión no respetaba la separación de poderes y abandonaba “su obligación de impedir la vulneración de los Derechos Humanos de niños, niñas y adolescentes”.
