“Toca desconcentrar el poder para que sea ejercido por la ciudadanía desde el nivel local, regional y plurinacional”
La profesora de Fresia tiene tres ejes que fundamentan su candidatura para la elección del domingo 11 de abril: "Debe ser una constitución ecológica, feminista y descentralizada".
Daniela Carvacho Díaz, profesora de Historia, activista social, feminista y militante de Revolución Democrática, compite por llegar a la Constituyente por el distrito 25 para redactar una nueva Carta Fundamental con eje en la descentralización que “responda a los anhelos, dolores, sueños y desafíos de Chile”.
Representando a las comunas de Fresia, Frutillar, Llanquihue, Osorno, Puerto Octay y Puerto Varas, entre otras, en la Región de Los Lagos, la docente de 31 años tiene vasta experiencia en las aulas del sur y es una participante activa de los movimientos sociales.
“Nací en Santiago pero a los 10 años me fui a vivir a Chiloé con mis abuela y abuelo, allí cursé la educación básica, hice la media en el Liceo Politécnico de Castro y dado que vivía en el campo me fui a un internado, como aún lo hace mucha juventud de la región de Los Lagos. Volví a Santiago a estudiar historia y luego pedagogía, convirtiéndome en la primera profesional de mi familia”, relata en conversación con EL DÍNAMO.
“He sido activista social desde los 14 años, siendo parte de la lucha estudiantil, feminista y ambiental. Hace dos años volví al sur como profesional de Servicio país y hoy soy profesora del Liceo de Fresia. En mi familia la política no es tradición ni profesión, al contrario, somos parte de ese pueblo que ha sido expulsado del poder y de las decisiones, pero tengo confianza en la organización y la inteligencia colectiva. Me mueve poner esta candidatura a disposición de la gente que anhela una vida digna, que esta campaña sirva para organizar la esperanza que nos movió a votar apruebo y con esa fuerza empujar el proceso constituyente y cambiar nuestras vidas”, señala Daniela Carvacho.
“Constitución ecológica, feminista y descentralizada”
La candidata a constituyente por el distrito 25 tiene tres ejes de campaña claves que fundamentan su candidatura para la elección del domingo 11 de abril: “Debe ser una constitución ecológica, feminista y descentralizada”.
“La Nueva Constitución debe hacer real la descentralización, entendida como una necesidad democrática del país entero y no solo de las regiones. Toca desconcentrar el poder para que este sea ejercido por la ciudadanía desde el nivel local, regional y plurinacional, de modo que las comunidades sean parte activa de las decisiones. También debemos descentralizar la riqueza y el poder económico, porque hoy las regiones y comunas no tenemos rentas fiscales por las actividades económicas que aquí se desarrollan, contamos con recursos muy limitados y no tenemos facultades para jerarquizar nuestras necesidades y disponer de nuestros recursos autónomamente”, señala la candidata al distrito 25.
En relación a las demandas feministas, Carvacho enfatiza que el “Estado debe asumir un rol cuidador, protector y garante del bienestar material de las personas y las condiciones para el pleno ejercicio de sus derechos sociales y que promueva la corresponsabilidad social. Estos derechos sociales deben ser garantizados de forma universal y digna, mediante el fortalecimiento de lo público”.
“Una constitución feminista debe perseguir la igualdad de derechos, ingresos y oportunidades, y también debe apuntar a un cambio cultural profundo mediante la educación, la cultura y el papel de los medios, porque solo así podremos garantizar una vida libre de violencia machista, y por cierto una constitución feminista tiene que consagrar nuestros derechos sexuales y reproductivos, reconocimiento de labores de cuidado y redistribución igualitaria de roles en el hogar, y reconociendo la diversidad individual y colectiva, la diversidad de formas de vida y de culturas, promoviendo el encuentro de nuestra diversidad”, explica la candidata.
Por la justicia ambiental, Carvacho asegura que “si queremos defender el futuro y la vida de quienes amamos, necesitamos escribir una constitución ecológica en base al principio de justicia intergeneracional y protección de nuestros bienes naturales comunes, que se garantice el derecho humano al agua y se avance hacia un nuevo modelo de desarrollo donde el buen vivir, el territorio y la justicia social sean centrales, y donde el Estado asuma un rol estratégico, emprendedor y redistributivo”.
“Nuestra educación es sinónimo de lucro y segregación”
En su rol de docente, Daniela Carvacho asegura que “la educación, ilustra de forma muy clara lo que pasa cuando el Estado se reduce a un rol regulador de la acción entre privados, subsidiando el negocio de todo aquello que debiesen ser derechos”.
“Creo que la mal llamada libertad de enseñanza es la invitación a lucrar con la educación y es parte medular de un modelo de sociedad cuyo centro es una economía deshumanizada para la cual nosotros somos cifras sin rostro. La educación es expresión de aquello que consideramos valioso para nuestra vida en común, es el legado a través del cual nos proyectamos al futuro. Hoy, nuestra educación es sinónimo de lucro y segregación. La educación no es un espacio de encuentro entre los diversos, sino que es un espacio para construir estatus y redes para unos, mientras que para otros es un espacio para certificar rápido nuestra capacidad de trabajar, sin derecho a otro futuro más que el de trabajos indignos y mal pagados”, añade Daniela Carvacho.
“Creo que uno de los grandes desafíos que nos presenta la nueva Constitución, es avanzar en un país donde eduquemos para la igualdad, el encuentro, el respeto mutuo y para eso hay que fortalecer la educación pública, dignificar la labor de las y los trabajadores de la educación, y avanzar así a un modelo pedagógico centrado en el aprendizaje de nuestros estudiantes, y para eso es urgente, hace ya más de 10 años, terminar con el lucro en la educación”, finalizó.