Fallece Leonor Oyarzún, la primera dama que marcó el retorno a la democracia
La orientadora familiar y viuda del ex presidente Patricio Aylwin falleció a los 102 años, dejando un importante legado con la promoción de diversas fundaciones.
Leonor Oyarzún Ivanovic, orientadora familiar, ex primera dama y matriarca de la familia Aylwin-Oyarzún, falleció a los 102 años, dejando un legado marcado por el diálogo, la democracia y la promoción de diversas fundaciones dedicadas de ayuda social.
Fue la mayor de 6 hermanas, siendo uno de los pilares de su familia tras la muerte de su padre, ocurrida cuando ella tenía solo 18 años.
Mujer de Fe y con una profunda vocación social, durante su juventud participó en la Acción Católica. En aquellos años supo de la existencia de Patricio Aylwin a través de la lectura de un artículo firmado por él que llevaba por título “La verdad sobre el carbón”. Lo quiso conocer en persona y tras concretar un encuentro terminaron en una relación, la que derivó en un matrimonio realizado en la Iglesia de Las Agustinas, el 2 de octubre de 1948.
Junto con su esposo cultivó una vida sencilla, con traslados a San Bernardo, Ñuñoa y Providencia. En esta última comuna vivió hasta el final de sus días. Fue madre de 5 hijos, abuela de 17 nietos y bisabuela de 16 bisnietos.
Durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva fue vicepresidenta de CEMA Chile. En 1967 ingresó a estudiar al Instituto Carlos Casanueva, donde se tituló como orientadora familiar y juvenil.
“Una mujer chilena, como cualquier otra”
Oyarzún acompañó a su esposo en la lucha por la recuperación de la democracia y en la campaña presidencial de 1989. Junto con él llegó al Palacio de La Moneda el 11 de marzo de 1990.
Marcando un sello propio y radicalmente opuesto al de su controvertida antecesora, Lucía Hiriart, la orientadora rechazó el título de “primera dama”, ya que de entrada se calificó como “una mujer chilena, como cualquier otra, cuyo ámbito ha estado en su misión de madre y esposa, en su profesión y en la realización de sus inquietudes de ayuda al prójimo”.
Desde su lugar, Oyarzún se hizo cargo de diversas instituciones como la Fundación Nacional de Ayuda a la Comunidad (Funaco), la que posteriormente transformó en la Fundación Integra. Creó también la Fundación de Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu), en apoyo a unas 200 mil mujeres, con el propósito de apoyar su inserción social mediante programas de formación e información.
Su trabajo inspiró a otras esposas de presidentes como Marta Larraechea, Luisa Durán y Cecilia Morel, quienes también lideraron diversas iniciativas sociales, las que superaban con creces el rol protocolar de la primera dama.
Acompañó al ex presidente Aylwin hasta su fallecimiento en 2016. Permaneció en la casa que ambos compartieron en la calle Arturo Medina, donde recibió a familiares, amigos y militantes del Partido Demócrata Cristiano (DC).
Durante los últimos años sufrió algunos problemas de salud, los que superó con fortaleza. En 2010 estuvo internada en la Clínica Alemana por una infección respiratorio y al año siguiente sufrió un accidente doméstico. En 2020 resultó contagiada de COVID-19, enfermedad de la que logró recuperarse.
En marzo del año pasado celebró su cumpleaños 102 rodeada de sus familiares y amigos, en un encuentro que se realizó con todas las medidas sanitarias por la pandemia.