Los ministros que han sido víctima de los fantasmas del pasado y les ha costado el cargo

Nicolás Cataldo duró cerca de una hora en el cargo de subsecretario de interior antes de que lo bajaran, previo al cambio de gabinete, luego de que surgieran a la luz una serie de tuits en los que atacaba a Carabineros de Chile, tratándolos de “pacos” y “torturadores” en el 2011.

Los tuits, que rápidamente fueron usados por la oposición para exigir que el comunista no asumiera el cargo, funcionaron como medida de presión para que eventualmente Cataldo no fuera nombrado.

Sin embargo, esta no es la primera vez que mensajes en redes sociales ponen el fin a las pretensiones gubernamentales de políticos. Los fantasmas digitales del pasado ya han cobrado víctimas políticas y han puesto al gobierno de turno en una incómoda posición.

La llamada de Blumel

El 26 de octubre del 2019, en medio de un complicado escenario, el presidente Piñera se encontraba ad portas de realizar un cambio de gabinete, con el foco puesto en el titular de Interior. El nombre que se manejaba era el de Felipe Ward, quien iba a reemplazar a uno de los fieles a Piñera, Andrés Chadwick.

Sin embargo, cuando se hizo público el nombre, desde las redes sociales revivieron comentarios de Ward del 2015, cuando manifestó su molestia con la decisión de la Fiscalía de O’Higgins de desestimar la investigación contra el hijo de la ex Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, cuando en 2012 ejercía labores en la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) y en paralelo trabajaba en Caval.

“La Fiscalía no ha demostrado imparcialidad. El hecho nuevo es que no se han resuelto a investigar el paso del hijo de la Presidenta por la Direcon. Tienen una fijación por la centro derecha y un olvido muy curioso con las personas de izquierda y en este caso con el hijo de la Presidenta”, escribió en su momento.

Otra de sus frases más polémicas fue una referente a los derechos humanos, cuando dijo que “son una especie de cajero automático que usa la izquierda para sacar plata en un tema que no admite un doble discurso”.

Ward también se vio envuelto en una polémica en 2012, cuando se fue en picada contra quien en aquel entonces era dirigente estudiantil Camila Vallejo. “Camilita da para concurso de belleza y nada más. Cualquier diputado UDI la deja en ridículo en elecciones. ¿Se atreverá la miss comunismo?”, ironizó a través de su cuenta de Twitter.

Esto causó que en los minutos previos a la ceremonia, estando los invitados ya en el salón de honor, el entonces ministro de Segpres, Gonzalo Blumel, recibiera una llamada, que fue inmortalizada en fotos, donde le avisan que va a asumir el cargo de Interior en reemplazo de Ward.

Ministro por dos días

Otro que estuvo poco en el cargo fue Fernando Echeverría solo estuvo dos días como ministro de Energía en el primer gobierno de Sebastián Piñera y debió renunciar por conflicto de intereses, dado que era dueño de una empresa ligada al sector energético.

Echeverría se había desempeñado como intendente metropolitano y para un cambio de gabinete concretado por el ex presidente Piñera, llegó a la cartera de Energía para reemplazar a Laurence Golborne en el año 2011.

Ministro por cuatro días

Otro caso en que las palabras del pasado cobran vida para cobrar vidas políticas fue el caso del ex ministro de Cultura, Mauricio Rojas, quien estuvo en su cargo por tan solo cuatro días antes de verse obligado a presentar su renuncia, luego de que se revelara que había tratado de “montaje” al Museo de la Memoria en su libro “Diálogos de Conversos”.

“Más que un museo (…) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar (…) Es un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional que a tantos nos tocó tan dura y directamente”, decía el pasaje.

Luego de que esto se diera a conocer, la opinión pública lo condenó y Rojas se vio obligado a renunciar al cargo a tan solo cuatro días de asumir, convirtiéndolo en un blanco de nuevas burlas por su evanescencia en el cargo.