Diferencias en el oficialismo: Gobierno tiene 3 de los 33 votos en el Senado para imponer su candidata a fiscal nacional

En el oficialismo afirman que La Moneda se encuentra en “un zapato chino” para lograr designar a su candidata a liderar la Fiscalía Nacional, la abogada Marta Herrera. 

Y si bien afirman que se mantienen los esfuerzos para sumar apoyos en el Senado, los parlamentarios explican que el Gobierno impulsa una propuesta al borde del fracaso: sin un mínimo de votos, con bajo margen de negociación y contra el tiempo.

De hecho, en el Gobierno los más críticos al proceso iniciado por el Ministerio de Justicia sostienen que en el Senado sólo hay 3 votos seguros, con la posibilidad de llegar a 8, de los 33 necesarios para lograr la aprobación de la candidata que consideran idónea para el cargo de fiscal nacional. Hasta el momento, tres de los cinco senadores de Apruebo Dignidad están dispuestos a respaldar a Marta Herrera, y otros dos tienen dudas, pero el Gobierno apunta a que pueden ser convencidos.

En tanto, de los dos senadores independientes, Fabiola Campillay y Karim Bianchi, uno se abstendrá. Asimismo, de los 13 senadores del Socialismo Democrático, a los menos 9 al cierre de esta edición, esperan que el Gobierno cambie de opinión y busque otra opción para el puesto. Uno se abstendría, y tres mantienen el suspenso.

A la falta de apoyos en el Senado, se le suma a La Moneda la carrera contra el tiempo.  Esto último, debido a que para proponer su nombre al Senado le quedan solamente cuatro días, ya que la ley exige que la propuesta se presente 10 días después de la quina que presenta al Presidente la Corte Suprema, y el plazo vence el 21 de noviembre.

Molestia oficialista con la ministra de Justicia, Marcela Ríos (CS)

La semana pasada, la Corte Suprema eligió a los cinco candidatos para suceder a Jorge Abbott: José Andrés Morales, Ángel Valencia, Marta Herrera, Carlos Palma y Rodrigo Ríos. La considerada candidata del Gobierno, la secretaria general de la Contraloría, Nelly Salvo, no quedó en la nómina.

José Morales y Ángel Valencia, obtuvieron 17 votos. En tercera ubicación quedó Marta Herrera con 9 votos, en cuarto lugar  Carlos Palma con 7 votos. Y en quinto lugar quedó Rodrigo Ríos con 3 votos. Este último, aunque no oficialmente dicen en Justicia, expresó su disposición de retirarse de la carrera por el puesto por “motivos familiares”.   

Tras la configuración de la quina, sectores del Legislativo señalan a EL DINAMO que el gobierno inició mal el proceso para la designación del nuevo fiscal nacional por una larga lista de razones.

Entre estas sostienen que La Moneda se enfrascó en buscar nombrar a una mujer para el puesto para dar simbolismo a la designación, en vez apuntar promover al candidato que pudiera mejorar la gestión persecutoria del Ministerio Público.

Agregan que la candidata preferida de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, la secretaria general de la Contraloría, Nelly Salvo, obtuvo apenas 2 votos, por lo que quedó fuera de la quina propuesta por los jueces de la Suprema al Presidente Boric. En el oficialismo advirtieron además que la ministra Ríos no realizó un lobby efectivo en la Corte para promover a la postulante y parlamentarios han expresado sus reparos al trabajo de Justicia por este proceso.

Al fracasar la carta de la abogada Nelly Salvo, explican en el Congreso, el gobierno continuó insistiendo en que en que fuera una mujer, aun cuando la única integrante de la quina la fiscal Marta Herrera, no genera apoyos en la oposición, y hay serias dudas en el oficialismo porque fue designada por el ex fiscal Abbott en un cargo de confianza, y parte de la gestión anterior, que quedó “muy al debe”, como expresó la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.

En Chile Vamos y en un sector del Socialismo Democrático aseguran que Marta Herrera fue nombrada por el retirado ex fiscal nacional Jorge Abbott en la dirección de la unidad especializada anticorrupción. Por ello explican, la cuestionada gestión de Abbott, es también la gestión de Herrera, puesto que ella estaba involucrada en las decisiones operativas de la Fiscalía Nacional, ya que el puesto en que la nombró Abbott no era de planta funcionaria, sino que de exclusiva confianza.

Un fiscal que identifique los delitos urgentes que va a perseguir 

En esa línea, más allá de las críticas a la administración del fiscal saliente, algunos senadores aseguran que el modelo actual de persecución penal de Ministerio Público está agotado y caduco, y que, en medio de una crisis de seguridad,  la lógica debe apuntar a buscar un postulante que identifique los delitos urgentes que va a perseguir el Ministerio Público de forma prioritaria, y restructure lo que no funcionó.

No es lo único. En el Socialismo Democrático advierten que si votaran todos los senadores oficialistas por ella y los dos independientes, aun así se requerirían 15 votos de la oposición. 

Un parlamentario explica a EL DINAMO, que si finalmente fuera ella propuesta, y saliera rechazada, se transmitirá la idea de que no tuvo apoyos por un tema de género, y no por cuestionamientos a capacidades y a su gestión como fiscal de la dirección de la unidad especializada anticorrupción, cuando aún se recuerdan los casos del financiamiento irregular de campañas políticas, y las escasas condenas. 

¿Estrategia para una nueva quina?

En la oposición no hay dudas de que Herrera representa a Abbott. “En los últimos días hemos visto que el Gobierno está mas preocupado de buscar a alguien ideológicamente afín en el cargo, que de buscar a la persona más idónea que pueda enfrentar el narcotráfico, el terrorismo y la delincuencia desatada. La ministra de Justicia, está convirtiendo esto en una especie de acoso para conseguir votos”, señaló el senador Iván Moreira (UDI).

Y agregó un nuevo suspenso: “Los senadores le hemos dicho a la ministra que la candidata del Gobierno no cuenta con los votos porque es la continuidad. Le pedimos al Gobierno que no sea porfiado (…) sino vamos a tener clarísimo que es una estrategia para enviar a una persona para que sea rechazada por el Congreso y después con presiones logren constituir una nueva quina”. 

En caso de que la Cámara Alta rechace la propuesta, la Corte Suprema deberá completar la quina proponiendo un nuevo nombre en sustitución del rechazado, repitiéndose el procedimiento hasta que se apruebe un nombramiento.