Políticamente incorrecta: Foto subida a Facebook le cuesta despido a norteamericana
Tras subir una imagen en tono de burla tomada en el cementerio militar de Arlington, Lindsey Stone se defendió señalando que actuó “como tonta por gusto, que la foto representaba el ‘desafío a las autoridades’ y que ella no pretendía faltarle el respeto a los militares.
Lindsey Stone, una mujer de 30 años fue al conocido Cementerio de Arlington, en el que descansan los resto de los militares norteamericanos. Sin embargo, lejos de tomarse la visita con recogimiento, la mujer echo mano a una actitud más que incorrecta, al menos a ojos de sus compatriotas.
Stone, no encontró nada mejor que retratarse, para recordar el momento, mostrando el dedo mayor y haciendo como que gritaba justo al lado de un cartel que pide “silencio y respeto”. Más tarde publicó la imagen en Facebook. Poco minutos bastaron para que la foto se viralizara, cuestión que ha llevado a la bromista a perder su trabajo. Y no sólo eso. También ha sido víctima de insultos y críticas del mundo entero.
Según informa el portal de fotografía Petapixel, Stone explicó en los comentarios de la foto que ella estaba actuando “como tonta por gusto, que la foto representaba el ‘desafío a las autoridades’ y que ella no pretendía faltarle el respeto a los militares.
Pero fue demasiado tarde. La noticia estuvo en los canales locales de Massachusetts y luego en los nacionales. La historia recorrió el país y el mundo. En horas, se creó un grupo que se llamaba “Despidan a Lindsey Stone” que llegó a más de 17.000 “me gusta”. También se creó una llamada “Prendan fuego a Lindsey Stone” que llegó a 60 seguidores y otra que se llama “No despidan a Lindsey Stone” que tiene 30 solamente.
Stone es empleada de una casa de cuidado de ancianos llamada Life. La empresa, una vez que comenzó el revuelo emitió un comunicado diciendo que habían decidido suspender a su empleada y que de ninguna manera lo que se plasma en la foto simboliza el punto de vista de la empresa.
Horas más tarde la propia Stone pidió disculpas de forma pública. Al día de hoy no se sabe si la despedirán o no.
Los medios de Estados Unidos comparan este hecho con el de Nana Gouvea, la modelo brasilera que se tomó unas fotos después del paso de Sandy por Nueva York y terminó siendo condenada internacionalmente.
