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3 de Octubre de 2024

Otras opciones de transporte y portonazos: las razones de la baja en solicitud de licencias de conducir entre los jóvenes adultos

El trámite para sacar la licencia de conducir muestra una caída del 30 por ciento en la última década, y EL DÍNAMO conversó con dos especialistas para intentar conocer las razones de este fenómeno que se da en todo el mundo.

Por Juan Pablo Ernst
licencias de conducir "Vitacura tiene una tasa de motorización mayor que la que tiene Estados Unidos", precisó Alberto Escobar, el Automóvil Club. AGENCIA UNO/ARCHIVO.
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En casi un tercio (30%) ha disminuido en la última década el interés por obtener la licencia de conducir por parte de los jóvenes chilenos de entre 17 y 29 años de edad, de acuerdo con lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en un fenómeno que los expertos atribuyen a diversos factores tanto económicos como sociales y culturales.

Para intentar dilucidar por qué tantos jóvenes perdieron el interés por sacar la licencia, EL DÍNAMO conversó con Alberto Escobar, gerente de asuntos públicos del Automóvil Club, y Mauro Basaure, profesor de la carrera de Sociología en la Universidad Andrés Bello (UNAB).

Al abordar el tema, lo primero que apuntan ambos es que no se trata de un fenómeno puramente local, ya que se presenta también en países como Alemania o Estados Unidos.

Al respecto, Escobar precisa es que si bien dicha caída es un hecho objetivo, no se presenta de igual manera en todas las capas de la sociedad. “Si uno hace un zoom a la información del INE y, por ejemplo, lo hacemos en las comunas de Vitacura, Las Condes, Providencia o Lo Barnechea, ese fenómeno no ha pasado. Y eso tiene que ver con el nivel de adquisiciones de las familias y la tasa de motorización de las comunas. Por ejemplo, Vitacura tiene una tasa de motorización mayor que la que tiene Estados Unidos“.

Algo con lo que coincide el sociólogo Basaure, quien plantea que “como en todo fenómeno hay diferencias sociales, y también hay un tema de movilidad de muchas personas que viven en los sectores más altos o acomodados, donde hay menos opciones. En Chicureo o La Dehesa es imposible moverse si no es en auto“.

¿Por qué hay menos interés por obtener licencias de conducir?

Consultados sobre las razones que explican esta baja, Escobar y Basaure abordaron el tema desde distintas perspectivas, que tienen en común el factor generacional.

“Los millenials o la generación Z creen fervientemente en el Pay Per Use. O sea, lo que uso, lo pago, pero no voy a pagar cifras por lo que no uso, y el auto tiene mucho de inútil. Pasa el 90% del tiempo detenido, hay que pagar estacionamiento, permiso de circulación, combustible y seguro, y eso para ellos les significa gastar dinero, entre comillas, innecesariamente“, aseveró Alberto Escobar.

Basaure complementó la idea plantear que por una parte “bajó esa especie de fiebre que sentían las generaciones anteriores por sacar licencia, porque era un símbolo de haber pasado la mayoría de edad, casi como perder la virginidad. A eso hay que sumarle que han sido socializados en las tecnologías de la información como ninguna otra, y muchos entienden hoy que el estar comunicado no pasa necesariamente por estar presente”.

“A la vez, existe también el temor de estos jóvenes de ser víctimas de la delincuencia, de una encerrona o un portonazo, a lo que se debe sumar una toma de conciencia sobre los problemas que conducir en una ciudad enorme como Santiago genera en la salud mental de quienes manejan por sus calles”, agregó.

Nuevas opciones de transporte

El docente de la UNAB añadió que a lo anterior “se suma el acceso a las aplicaciones de transporte de pasajeros, que no solo entregan la posibilidad de movilizarse por un precio razonable, sino también de poder beber alcohol al hacerlo, o transportarse mientras que se revisa el celular, lo que no deberían hacer al conducir”.

Respecto de este último punto, Alberto Escobar enfatizó que las nuevas generaciones “utilizan una combinación de modos. Antes uno separaba automovilista, ciclista, y eran como unitarios y sólidos. Hoy día un chico anda en bici, en auto, usa un auto de estos de compartir, de repente usa Uber, de pronto toma el transporte público, a veces camina o anda en bicicleta propia o una de arriendo. Son gente que entiende la movilidad de una manera muy distinta a la que la entendíamos los más viejos”, recalcó.

No obstante, el gerente de asuntos públicos del Automóvil Club también hizo hincapié en que “estos millenials que no sacaron la licencia de conducir a los 18 años, la van a sacar más viejo. Porque se casan más viejos, en el caso de que se casen, y tienen compromisos más viejos, están corridos como 10 años. Entonces, por ahí, por los 32 ó 33 años van a empezar a pensar en que tienen que comprarse un auto porque se casaron o conviven, pero tienen una guagua“.

A lo anterior, Escobar añadió que “hay mucha gente que pretende tener un futuro laboral en la movilidad y ellos sí que están apostando a sacar la licencia clase B para tenerla dos años y después postular a las licencias profesionales, ya sea como taxi, como transporte público o como otro tipo de transporte”, concluyó.

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