Guerra digital, Europa protesta contra el tratado ACTA
La Protesta se realizará el sábado 11 de febrero y busca entregar al Parlamento europeo el "una muestra de solidaridad sin precedentes" contra el tratado de la protección de los derechos de autor y de propiedad intelectual
Tras el éxito cosechado por la movilizaciones contra las controvertidas normas Stop Online Piracy Act (SOPA) y Protect IP Act (PIPA) en Estados Unidos. Europa no ha querido quedar fueea de esta verdadera guerra digital contra al antipiratería; para el próximo sábado 11 de febrero, se ha agendado una protesta en contra del simil creado por la UE, bautizado como Tratado Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA), y ya aprobado por varios países.
De hecho, el 26 de enero, veintidós estados de la Unión Europea, y la propia Unión Europea, firmaron este controvertido tratado. En una ceremonia celebrada en Tokio, el Reino Unido, Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovenia, España y Suecia convinieron adoptar el ACTA.
Si embargo esta no es la primera acción de rechazo, el pasado 27 de enero uno de los fiscalizadores del tratado denunció irregularidades.
Access, una organización que dice que ser un “nuevo movimiento global por la libertad digital”, está ayudando a movilizar a la gente a unirse a la jornada internacional contra el ACTA, con la esperanza del mundo salga en “una muestra de solidaridad sin precedentes” contra el tratado .
La organización señala que la protesta tendrá un amplio alcance ya que “se están organizando en todo el mundo para mostrar al Parlamento Europeo que se debe rechazar el ACTA. Aunque muchos países ya han firmado el tratado, si finalmente se rechaza, será enviado al basurero de la historia”, jalea Acces.
En detalle el ACTA corresponde a acuerdo antipiratería que trata de normalizar la protección de los derechos de autor y normas de propiedad intelectual. Sus detractores la consideran una limitación a la libertad de expresión y un sistema de control sobre Internet.