Sepa hacia dónde avanza Chile de cara a los terremotos y tsunamis
Expertos afirmaron hoy que Chile debería aplicar medidas tomadas y recomendadas por Japón desde el terremoto y sunami que afectó al país asiático el 11 de marzo de 2011.
Expertos afirmaron hoy que Chile debería aplicar medidas tomadas y recomendadas por Japón desde el terremoto y sunami que afectó al país asiático el 11 de marzo de 2011.
En un encuentro celebrado este jueves, organizado por la comisión “Desafíos del Futuro” del Senado, el francés Francois Schindelé, director del centro de alerta de tsunamis del Mediterráneo de Francia, sostuvo que las medidas adoptadas por Japón podrían replicarse en Chile, “para tener un mapa de riesgo sobre toda la costa” del país austral.
En esa línea, el director del departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, Jaime Campos, afirmó que Chile debe emplazar “urgentemente” la mayor cantidad de acelerógrafos y avanzar hacia la “instalación de instrumentos en el fondo del mar”, para mitigar el impacto de posibles terremotos y tsunamis.
En esta materia, “otros países de América latina, nos llevan más de 10 años de ventaja”, dijo Campos.
Asimismo, sostuvo que de entregarse a la universidad algunas “facultades administrativas” sobre esta materia, no habría impedimento “para instalar un sistema acorde con el tamaño de la amenaza que enfrentamos”.
“Tenemos capital humano altamente calificado y la voluntad y disposición de ir más allá”, enfatizó Campos.
En tanto, el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafíos del Futuro, afirmó que Chile “vive en absoluta desprotección” frente a estas catástrofes naturales.
“No tenemos un sistema de vigilancia robusto, de alerta temprana de tsunamis. La normativa es catastrófica en relación con la magnitud de los riesgos que tenemos”, apostilló.
Girardi afirmó también que Chile “no está preparado para enfrentar sismos y tsunamis de gran magnitud, y sostuvo que los chilenos “tampoco tienen la cultura para enfrentar estos siniestros”.
El parlamentario se manifestó partidario de crear un centro sismológico capaz de vigilar y definir políticas en esta materia.
“Es necesario revisar a fondo la actual normativa, pues la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) carece de los instrumentos científicos y de las políticas adecuadas para ofrecer al país seguridad en esta materia”, aseveró.
En la madrugada del 27 de febrero de 2010 un terremoto de 8,8 grados de magnitud devastó seis regiones del centro y sur de Chile, que dejó 526 muertos, 800.000 damnificados y daños materiales por 30.000 millones de dólares.
Desde entonces, la justicia abrió una investigación por eventuales responsabilidades de algunas autoridades, incluidos el entonces subsecretario del Interior, Patricio Rosende, y la directora de la Onemi, Carmen Fernández, por la alerta fallida de tsunami que significó la muerte de más de chilenos.
El pasado 1 de abril, otro terremoto, esta vez de 8,3 grados, seguido de un tsunami que obligó a evacuar a casi un millón de personas, sacudió el extremo norte del país, dejando seis muertos y miles de casas destruidas, además de daños en la infraestructura.