¿Por qué algunas personas no quieren renunciar a sus teléfonos antiguos?
¿Recuerdan los teléfonos 2G? Hay quienes no quieren despegarse de la vieja escuela. A continuación, algunas razones.
Esa tecnología que albergaban los celulares de las anteriores generaciones, donde solo nos preocupaba lograr la mayor puntuación en el juego ‘Víbora’ y enviar mensajes de textos lo más resumidos como fuese posible.
Por supuesto, son pocos quienes aún poseen esta versión primitiva del internet móvil. ¿Qué privilegian aquellas personas que no se despegan de su celular de la vieja escuela? Los siguientes son algunos ejemplos:
Rachel es profesora de medio tiempo en Sydney, Australia, y el 2G le parece perfecto. Su teléfono es uno de esos ‘ladrillos’ Nokia, pero reconoce no saber el nombre del modelo. De hecho, posee una colección de teléfonos y partes de ellos que ha encontrado en tiendas de servicio técnico. “Cuando se echa a perder uno, simplemente lo cambio”, explicó.
La principal razón que la mueve a mantenerse con esta tecnología es para no gastar de más en la cuenta del teléfono. “Nunca llamo a nadie; lo uso para que puedan contactarme”, agrega.
En cualquier caso, no se trata de que Rachel intente vivir en una burbuja alejada de Internet. Posee conexión en su casa, pero no ve necesidad de que esta tecnología también la acompañe en su móvil. “No me interesa poder conectarme cuando camino por la calle. Será interesante saber qué haré cuando eliminen el 2G”, comenta.
Existen otros usuarios que usan el 2G solo porque deben hacerlo. Un terapeuta ocupacional de 28 años que trabaja en un hospital de Sydney, aclaró que la institución les entrega celulares con esta tecnología para evitar que se comuniquen cn los pacientes.
En otra variable, Antony, abogado de 28 años, compró después de mucho tramitarlo su primer equipo con 3G, un iPhone 5S, tras haber utilizado por años un modelo Nokia que no le costó más de 10 mil pesos chilenos. Su razón para mantenerse alejado de los smartphones era para no estar disponible, y también con el fin de que Internet no lo consumiera. “No quería que me llegaran correos del trabajo, por lo que me cambié a este teléfono basura de traficante”, ironizó.