Funa pocas veces vista de joven pasajera a acosador del Metro de Santiago da la vuelta al país
Catalina Vega decidió hacer pública una asquerosa situación que enfrentan muchas mujeres a diario en los espacios públicos.
Una de las columnas que recoge el libro “Que explote todo” de la periodista Arelis Uribe se titula “Toda mujer tiene un recuerdo asqueroso”. En su relato, la autora cuenta varios episodios que ella y otras mujeres enfrentan en una sociedad torcida, indiferente, pero por sobre todo machista.
“A los diez años iba en micro, con jumper. Iba de pie y como la micro estaba muy llena, quedé atrapada contra un cincuentón que iba sentado. De repente sentí algo detrás de la pierna, una suavidad, un masaje. La sensación subió hasta mi calzón. No entendía qué pasaba, pero recuerdo que esa mano se quedó allí hasta que me bajé de la micro”, dice uno de los párrafos de la columna, publicada en El Dínamo.
El acoso callejero es una realidad que enfrentan miles de mujeres a diario y el Metro de Santiago -por desgracia- es uno de los escenarios principales. Muchas veces se silencia, pero Catalina Vega decidió que esta vez tenía que ser diferente.
Su relato, publicado en su cuenta de Facebook, comienza así:
“Cuidado con este tipo, hace algún rato subí en Vicente Valdés quedando pegada a la puerta, el tipo saco su pene y comenzó a frotarlo en mi trasero, pensé que eran ideas mías hasta que me agarra de la cintura.
En ese momento me ayudó un matrimonio a inmovilizarlo y ahora estamos esperando a los carabineros en estación Trinidad. Basta de aguantar este tipo de mierda! No somos propiedad de nadie ni tenemos porque aguantar estas faltas de respeto, favor difundir”.
La publicación de Catalina se hizo viral en cosa de minutos. Tan viralizada está que lleva más de 10.500 interacciones y ha sido compartida más de 20 mil veces en la red social. La información fue recogida por Canal 13 y ahora circula en distintos portales.
“Gracias por compartir la publicación y por sus palabras de aliento. Ayer estuve hasta las 00.00 en la comisaría, el tipo quedó detenido y debo esperar a que el fiscal me de una hora en tribunal. Creo que posiblemente no le hagan nada porque su historial está limpio, pero deseo continuar con esto hasta el final, quizás a cuantas niñas y mujeres que se han quedado calladas por miedo“, agregó.
Catalina Vega continuó: “siempre he sufrido tocaciones en el metro, la última vez fue en marzo y los hombres apoyaron al culpable diciéndome que yo tenía la culpa por usar vestido (esa mañana iba al trabajo no era un vestuario llamativo y si así lo hubiera sido no tienen derecho a tocarme sin mi consentimiento)”.
“Esta situación rebalsó el vaso y por eso decidí no quedarme quieta ni menos aceptarlo. Anoche cuando llegue a mi casa me percaté que el tipo había dejado mi pantalón negro manchado, hasta hoy tengo el mismo sentimiento de anoche: asco, rabia e impotencia. Sinceramente no pase buena noche, no dormí mucho y vomite algunas veces. Aún tengo asco, pena y rabia”, agrega.
Catalina explica que “posiblemente al tipo no le pase nada más allá de una detención pero le mancharé los papeles y espero que hayan más mujeres que quieran denunciar este tipo de situaciones. No debemos aguantar porque la sociedad nos dice que esto es parte de lo ‘normal’ en esta ciudad. No más“.
