Peleador barrial
Nos conmueven y atraen los combates épicos: Godzilla vs Kong; Ali vs Frazier, Churchill vs Hitler; Mufasa vs Scar…pero Boric vs Milei es una simple pelea de barrio.
Javier Milei acostumbra a exaltar su ego sostenido en el respaldo de algunos políticos y empresarios internacionales que acompañan su estilo de pensar y gobernar. Eso lo lleva a manifestar en cuanta red social disponible, que su figura no es un “fenómeno barrial” sino global. Efectos del síndrome del león…
Ese formato confrontacional consistente con su verborragia despreciativa dirigida a los que no concuerdan con su estructura de pensamiento, se ve sostenido por un ejército de trolls que amedrentan a sus enemigos en las RRSS, y también por parte de sus ministros obsecuentes que con su relato prepotente se encargan de ensanchar una grieta social del mismo modo que lo hicieron los gobiernos kirchneristas.
Todos sabemos que los argentinos que eligieron este camino solo esperan que Milei normalice la economía, y no que reviva un IV Reich…
Dias atrás, precisamente su ministro de economía (en realidad el CFO de su gobierno), Luis “Toto” Caputo, expresó que “Boric es un comunista que está hundiendo a su país”. Mas allá de su juicio, está claro que el comentario es innecesario y la actitud es deplorable.
El gobierno chileno respondió con altura diplomática al ataque verbal, y Milei y su troupe redoblaron el ataque “poniendo zurdos en su lugar”. Lamentable.
Nos conmueven y atraen los combates épicos: Godzilla vs Kong; Ali vs Frazier, Churchill vs Hitler; Mufasa vs Scar…pero Boric vs Milei es una simple pelea de barrio…
Milei y su troupe buscan peleas callejeras, más bien barriales, en cualquier escenario o medio que tengan a mano.
Medios extremos adeptos al libertario califican al presidente Lacalle Pou de “socialdemócrata centrista tibio, endeudados compulsivo” solo por estar de acuerdo con una agenda a la que Milei no adhiere.
Mas atrevido aún, es el desafío con un peso pesado como el presidente Lula, su “zurda” amenaza para liderar la región.
En definitiva, el “zurderío comunista empobrecedor” que representan sus vecinos, parece encender el modelo barrabrava de entrecasa del presidente argentino.
Claro que si su objetivo es instalar a nivel regional una nueva matriz cultural libertaria, y eso implica descalificar y dar batalla a los supuestos “tibios y zurdos”, la violencia verbal no parece ser el camino si no hay hechos concretos que demuestren porque cambiar todo, cuándo la evolución debiese ser la premisa.
Además de la estabilidad y el futuro crecimiento económico que le reclaman los argentinos, junto a la disminución de la pobreza (lo está logrando con la baja de la inflación y con planes sociales dignos de un socialista), los hechos concretos se verán reflejados en la convivencia social, en la reputación internacional del país, y en los modales políticos que permitan a su país sentirse representado en el mundo.
Seria un error grave de Milei y su troupe pensar su gobierno desde una supremacía imaginaria y para eso deberá trabajar su equilibrio emocional para desarrollar capacidades sensoriales y relacionales.
La pelea barrial demuestra pobreza y baja estatura intelectual de quienes la provocan. Tal vez por inseguridad generada por vivir en un peculiar calabozo mental, que se alimenta de verdades reveladas que coartan los grados de libertad, casualmente lo que pregona un libertario.
Felicidades.