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Actualizado el 26 de Septiembre de 2018

¿Estás embarazada y sigues manejando?: Estas son las recomendaciones que debes seguir

Poner atención a síntomas y malestares, usar el cinturón de seguridad e hidratarse adecuadamente, son algunas de las medidas que les permitirán a estas futuras madres tener un viaje seguro.

Por Redacción EL DÍNAMO
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No cabe ninguna duda que durante el embarazo las mujeres deben incrementar el cuidado de su salud, no obstante, también es imprescindible entender que se trata de un estado natural y que en ningún caso están enfermas. Por lo tanto, pueden continuar realizando su vida cotidiana, tal como si no estuvieran embarazadas.

En ese sentido, no es ningún impedimento que las mujeres sigan conduciendo sus vehículos, siempre que no existe una orden médica que indique lo contrario. Eso sí, antes de ponerse al volante es recomendable que tome una serie de precauciones para que ella y el bebé estén lo más seguros posible.

Según explican los médicos especialistas, como norma general, una mujer puede conducir sin mayores dificultades hasta el tercer trimestre de gravidez, es decir, hasta los 9 meses.

“Ni en Chile ni en el mundo existe alguna normativa de tránsito que impida que una mujer embarazada se ponga al volante. Por supuesto, siempre es fundamental que sea ella misma quien tome precauciones para resguardar su seguridad y la del futuro bebé, así como también es importante que cuente con algún tipo de seguro automotriz, que garantice su atención médica inmediata en caso de algún accidente”, explicó Juan José Santa Cruz, gerente general de Estoy Seguro.

Precauciones a tener en cuenta

Planificar el trayecto: Aunque parezca una recomendación obvia, es aconsejable que una mujer embarazada evite pasar mucho tiempo frente al volante.

Si por alguna razón se ve obligada a cumplir con un trayecto más bien extenso, lo ideal es que no conduzca más allá de tres horas. En caso de superar ese límite horario, debe detenerse cada una hora, con el fin de poder caminar y que el flujo sanguíneo corra por el cuerpo.

Cinturón de seguridad: Existen una serie de mitos al respecto. Si bien en algún momento se pensó que las mujeres embarazadas no debían usarlo, porque podría causar algún impacto en la barriga, el cinturón es fundamental para cualquier conductor o pasajero de un vehículo.

Los expertos en seguridad afirman que, en el caso de las mujeres embarazadas, evita que la piloto se golpee contra el volante en caso de algún accidente. Un impacto de esas características podría provocar desprendimiento de placenta, contracciones anticipadas e incluso la pérdida del feto en gestación, por lo que es imprescindible evitarlo.

Antes de iniciar la marcha, la futura mamá debe asegurarse que el cinturón esté en buen estado y quede bien puesto.

¿Cómo colocarlo correctamente? La banda horizontal o correa pélvica nunca debe ser posicionada sobre el vientre, dedo que en caso de choque puede generar una presión tal que dañe al feto en gestación. Por ello, la banda pélvica debe ir a la altura de la ingle, por debajo del abdomen de la mujer. Por su parte, la correa horizontal debe ir desde el hombro izquierdo y pasar entre los pechos para llegar a su punto de anclaje.

Diversos estudios realizados con mujeres en gestación indican que el uso de este elemento de seguridad reduce hasta en más de un 50% los posibles daños que podría sufrir un feto en gestación en caso de choque.

Uso del airbag: Al igual que el uso del cinturón de seguridad, es una recomendación que corre tanto las embarazadas que conducen como para aquella que viajan como copiloto.

Pese a lo que muchos creen el airbag no es un elemento peligroso para la mujer y su futuro hijo, siempre y cuando exista una separación razonable entre la persona y la ubicación del dispositivo. Según los especialistas, esta brecha debe ser de al menos 25 centímetros de distancia.

Poner atención a síntomas y malestares: En los primeros meses de embarazo, las conductores pueden sufrir nauseas, mareos y cansancio, lo que podría afectar su concentración y normal desempeño al volante.

Lo aconsejable es que, en caso de sentir estas señales, evite realizar el viaje o elija otro medio de transporte. En caso que no tenga más opción, espera a que los malestares se atenúen.

De igual forma, no es recomendable que la mujer embarazada tome el volante si está en la etapa de contracciones, siente vértigo o tiene riesgo de parto prematuro.

En caso que sufra cualquier síntoma durante la marcha, es importante que la futuro mamá busque un lugar seguro donde estacionarse y pedir asistencia. De no hacerlo, corre el riesgo de sufrir un desmayo con las graves consecuencias que eso puede generar, tanto para su propia vida como para la de los demás.

Hidratación, posición y distancia: Finalmente, es recomendable que antes de iniciar el viaje se hidrate y pueda orinar. También se aconseja que la espalda de la conductora vaya lo más recta posible y evite realizar maniobras bruscas, como giros, partidas y frenadas. Del mismo modo, es fundamental que mantenga una distancia prudente con el vehículo que va adelante, de modo de poder reaccionar en caso de cualquier emergencia.

 

 

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