La conexión chilena de la iglesia estadounidense que vendía dióxido de cloro como cura para el coronavirus
La institución, con sede en África, España, Estados Unidos y Sudamérica, vendía la solución MMS en gran parte del mundo asegurando, contra toda evidencia científica, que sanaba un sinfín de enfermedades.
En medio de la pandemia del coronavirus, la búsqueda de una cura a la enfermedad ha llevado a promocionar negligentemente el uso de dióxido de cloro en distintos países con fatales resultados, ya que ninguna institución sanitaria en el mundo lo reconoce como medicamento. Este fue el caso de los fundadores de la Iglesia Evangélica Génesis II de la Salud y la Sanación, quienes fueron detenidos por vender esta peligrosa solución como “cura milagrosa” contra el COVID-19 en base al polémico desinfectante que ha matado a decenas de personas desde que comenzó la pandemia.
En Chile, la Iglesia actualmente tiene 200 ministros, quienes afirman ser capacitados y reconocidos por la organización, y venden dióxido de cloro asegurando que puede para sanar el coronavirus y otras enfermedades terminales.
Por un lado, ofrecen el kit del clorito de sodio mezclado con ácido clohídrico, cuya mezcla se transforma en dióxido de cloro, además de otro producto llamado CDS, que es el dióxido de cloro listo para ser usado en una botella.
“Usted debe tomar el líquido según el protocolo que le entregamos y debe beberlo durante el día. El CDS es más suave y tolerable. El kit de clorito de sodio puede durar años y el otro tiene una duración solo de seis meses”, señala uno de los distribuidores del polémico desinfectante en Chile.
“La mezcla que vendemos es un producto certificado porque lo hace una ministra de la Iglesia Génesis II. Nosotros vendemos solo a través de recomendaciones”, aseguró vendedor desde Iquique al ser consultado por el producto. El kit tiene un valor de $25.00 y la botella de dióxido de cloro cuesta $20.000.
La chilena Eyre Pacheco es una de las representantes en nuestro país de este movimiento, quien aseguró haber alcanzado el rango de ministra en 2013 y ahora es obispo “a cargo de la filial Génesis 227”.
“El dióxido de cloro o clorito de sodio es tóxico para el consumo humano. El químico denominado Miracle Mineral Solution (MMS) no corresponde a un medicamento y no cuenta con la autorización sanitaria”, advierte el Instituto de Salud Pública (ISP).
“No existe respaldo de seguridad, calidad y eficacia, por lo que su importación, tenencia, transferencia, uso, distribución y comercialización en Chile es ilegal”, agregan.
Según el sitio web de la Iglesia Evangélica Génesis II, los “ministros” del MMS son capacitados en seminarios de 10 días y cada estudiante recibe un certificado donde se les autoriza para que puedan abrir una iglesia local.
Hace más de una década que el dióxido de cloro se vende en nuestro país principalmente a través de grupos en redes sociales y sitios webs, además de plataformas como Marketplace o Mercado Libre.
Allí, los distribuidores, de los ministros capacitados por la iglesia Génesis, ofrecen la mezcla en ciudades como Copiapó, Chillán, Arica, Iquique y Santiago, y los valores varían entre $15.000 y $25.000.
Quienes impulsan el consumo de este producto, sostienen que es un oxidante que mata a los agentes patógenos, eliminándolos del cuerpo y permitiendo que el cuerpo pueda funcionar bien y sanarse.
Detenidos en Estados Unidos y Colombia
A petición de la justicia estadounidense, el actual líder de la Iglesia Evangélica Génesis II de la Salud y la Sanación, Mark Grenon, de 62 años, y su hijo Joseph, de 32, fueron detenidos en Colombia acusados de fabricar, promover y vender el producto tóxico de dióxido de cloro como “poción mágica” que sanaría el coronavirus y otras enfermedades como la malaria, el cáncer, el autismo, el Parkinson, la diabetes y hasta el VIH.
Los otros dos hijos del “arzobispo” Grenon, Jonathan y Jordan, fueron detenidos en Estados Unidos y ambos se encuentran en prisión preventiva mientras dura la investigación.
La acusación de la Fiscalía de Florida señala que la familia Grenon vendió miles de botellas de la llamada “Solución Mineral Milagrosa” o MMS (por sus siglas en inglés) cuyas ganancias superarían los 95 millones de pesos mensuales. Por ello, las autoridades judiciales los acusan de conspirar para defraudar y violar la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos.