Elecciones presidenciales: Luis Arce, la esperanza de Evo Morales para volver a Bolivia

Este domingo 18 de octubre, los ciudadanos de Bolivia están citados a las urnas para elegir a quien será el presidente del país por los próximos cinco años: Luis Arce del Movimiento Al Socialismo (MAS) o Carlos Mesa de la alianza Comunidad Ciudadana (CC).

Según las últimas encuestas preelectorales difundidas el domingo, en Bolivia anticipan una segunda vuelta entre Arce, ex ministro de Evo Morales, y el ex presidente Mesa.

Un estudio realizado entre el 29 septiembre y 8 de octubre en 579 localidades urbanas y rurales por la empresa Ciesmori sitúa a Arce con un 42,2% de las preferencias y a Mesa con un 33,1%.

Imagen de @Freddy Morales.

La Constitución y la ley electoral de Bolivia establecen que para ganar en primera vuelta se debe obtener el 50% más uno de los votos, o al menos el 40% con una ventaja de diez puntos porcentuales por encima del segundo más votado, por lo que una eventual segunda vuelta en la elección sería inminente.

La sombra de Morales

Luego que un juez confirmara la inhabilitación de Evo Morales para postularse al Senado en las elecciones del 18 de octubre, el líder cocalero acató la decisión y según ha demostrado estas últimas semanas, mantendrá un bajo perfil para no perjudicar la imagen moderada del candidato presidencial del MAS, Luis Arce.

Junto a ello, Morales recalcó que si su ex ministro, quien fue titular de Economía durante 12 años en su gobierno, gana las elecciones, será Arce quien gobierne el país y no él.

En un video publicado en su perfil en Facebook, el ex mandatario, que vive exiliado en Argentina, prometió que volverá a Bolivia “al día siguiente” en caso de que gane el MAS.

“Por decisión de los bolivianos y por mandato de la Constitución, Lucho y solamente Lucho será presidente de Bolivia, con todas las atribuciones y responsabilidades que eso implica”, dijo. “Confío totalmente que sabrá conformar un equipo de gobierno de gran capacidad para sacar a Bolivia de la breve crisis económica y sanitaria provocada por el Gobierno de facto”, añadió.

Por su parte, Luis Arce, aseguró en una entrevista con La Nación de Argentina que a pesar que el ex presidente es el jefe de su campaña, el “presidente voy a ser yo, no Evo Morales”.

“Cuando sea presidente seré yo quien tome las decisiones. No hay posibilidad de que nadie me reemplace en la toma de decisiones. Seré yo quien tome las decisiones en el Ejecutivo”, sentenció.

“El programa de nuestro movimiento comenzó hace 14 años, y no es cuestión de personas o candidatos. Es un proceso que dio resultados envidiados por muchos países. Lideramos el crecimiento económico en la región durante seis años. Redujimos la pobreza y las desigualdades y aumentamos la esperanza de vida. Y ese es el programa que vamos a seguir llevando adelante”, señaló el candidato.

La dupla que ilusiona a Morales

Luis Arce Catacora, de 56 años, nació y vivió en La Paz hasta que obtuvo su título de economista. Después obtuvo una maestría en Reino Unido y de retorno a su país combinó el ejercicio de su profesión en el Banco Central de Bolivia con la docencia universitaria.

“Luis Arce garantiza la economía nacional”, dijo Morales sobre quien se desempeñó durante su gobierno como ministro de Economía y Finanzas Públicas entre 2006 y 2017, y luego entre enero y noviembre de 2019.

Asimismo, Luis Arce es considerado el padre del llamado “milagro económico” boliviano, basado en un modelo de desarrollo social comunitario productivo.

A partir de la nacionalización de los hidrocarburos de 2006, que coincidió con un alza sin precedentes de los precios del petróleo, Bolivia comenzó a crecer a un ritmo anual del 4,9%, y la pobreza extrema se redujo de 38,2% en 2005 a 17,1% en 2018, según cifras oficiales.

Luis Arce y David Choquehuanca en el cierre de campaña. Imagen @LaramaDavid

Junto a ello, en la lista del candidato Arce, David Choquehuanca Céspedes, de 58 años, va por la vicepresidencia de Bolivia. Quien fuera ministro de Relaciones Exteriores de Evo Morales entre enero de 2006 y enero de 2017, en el primer, segundo y tercer gobierno del líder cocalero, hoy busca ser la mano derecha del posible nuevo presidente de Bolivia.

Durante su gestión como canciller, Bolivia entabló un juicio contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por una salida soberana al Océano Pacífico. Pero el tribunal falló en contra del reclamo boliviano en 2018, cuando Choquehuanca ya había dejado el cargo.

En medio de la campaña presidencial, Choquehuanca indicó que todos los bolivianos deben construir esperanzas y estabilidad no solamente económica, sino que social y política.

“Tiene que ser un gobierno de concertación y reconciliación nacional”, expresó en el acto de cierre de campaña.

“Nos hemos lastimado demasiado, no podemos seguir lastimándonos, por eso rechazamos los actos de grupos violentos que quieren hacernos pelear y que nos enfrentemos entre bolivianos, tenemos que construir hermandad”, declaró el ex canciller.

OEA en Bolivia

La polarización política se ha acentuado las semanas previas a las elecciones. Un reporte de la oficina en La Paz de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos contó 27 agresiones físicas y destrucción de bienes de partidos desde septiembre.

Por ello, y ante las amenazas de fraude, la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) llegó durante el fin de semana a La Paz para comenzar sus tareas de cara a las elecciones generales.

En un comunicado, la OEA explicó que, debido a la pandemia, la misión contará con la participación presencial y a distancia de expertos en organización y tecnología electoral, financiación político-electoral, participación política de las mujeres y justicia electoral, puntualizando que lo harán “con el mismo espíritu de apertura y el profesionalismo que han caracterizado las misiones de observación Electoral” que, en el caso de Bolivia, se llevan a cabo desde 1966.