La contaminación en China continúa imparable: Pekín triplicó máximo establecido por la OMS
Según las cifras, cada año mueren aproximadamente medio millón de chinos como consecuencia de la contaminación ambiental.
China es una de los países que más contamina, especialmente por la gran cantidad fábricas que emiten altísimos niveles de polución. A pesar de que el gigante asiático tenía como meta reducir la contaminación en su capital, Pekín, en esta ciudad la situación no ha mejorado y de hecho ha llegado a triplicar el límite recomendado por Organización Mundial de la Salud (OMS), de 25 microgramos.
En el Informe del Medio Ambiente de Pekín de 2014, divulgado por la agencia medioambiental del gobierno municipal, se establece que la cantidad recomendada por la OMS se supera en más de tres veces, emitiendo 85.9 microgramos de material particulado fino, más conocido como PM 2.5, el que ha sido catalogado como el más dañino para la salud.
Además, el estudio asegura que la ciudad oriental también supera la medida de emisiones de dióxido de nitrógeno, aunque registra menos dióxido de sulfuro y óxido de nitrógeno.
Sin embargo, el Gobierno chino durante el último tiempo ha mostrado más preocupación por la salud de sus habitantes y se están comprometiendo con minimizar los daños al medio ambiente. Es por esto que el año pasado para conseguir una correcta mediciones de los niveles de polución y así conseguir mejores soluciones, elaboró un plan ambiental. Junto con esto, China determinó que cerrará la única central térmica de carbón activa en la capital, lo que ha sido aplaudido por varias organizaciones mundiales.
De todos modos, los especialistas han asegurado que estas medidas no son sufucientes para frenar la polución que afecta al gigante asiático.
La contaminación ha llegado a niveles tan extremos que incluso el año pasado algunas regiones fueron declaradas zonas de peligro afectando a 400 millones de ciudadanos. Sus niveles de contaminación atentan contra la salud de las personas, además de la contribución que hacen de gases de efecto invernadero (GEI) lo que contribuye al calentamiento global.
En algunas ciudades, la contaminación fue tan elevada que superó los 400 microgramos por metro cúbico, es decir, 16 veces más de lo que marca el límite máximo de la Organización Mundial de la Salud.
En febrero de 2014, el Gobierno tuvo que alertar debido a que la contaminación se encontraba en nivel naranja (el más grave después del rojo) en el norte y centro del país.
Las imágenes de la capital de China eran desoladoras: aire gris y espeso lleno de humo, escasa visibilidad, e incluso el Gobierno recomendó que los ciudadanos no salieran de sus casas.
Los hospitales simplemente no dieron abasto para la gran cantidad de enfermos que llegaron por problemas respiratorios y cardíacos. Además, las personas que debían salir de sus hogares lo tuvieron que hacer utilizando mascarillas.
Pese a que las autoridades chinas están tomando medidas, los índices de contaminación siguen siendo escandalosos.