
Ubicado en el norte de India, el Parque Nacional Kaziranga adoptó hace un par de años una polémica medida para proteger a los animales que viven en su interior, especialmente a los rinocerontes.
Se trata de una especie en vías de extinción. De hecho, actualmente el parque alberga a 2.400 ejemplares, lo que se traduce en dos tercios de la población mundial de rinocerontes.
La idea es contrarrestar la caza ilegal y para ello los guardabosques están autorizados a matar a los cazadores que se introduzcan en el lugar con esos fines. Y así lo han hecho: en los últimos 3 años murieron alrededor de 50 cazadores, y en 2015 fallecieron más personas armadas que rinocerontes; 23 personas versus 17 ejemplares de animales.
Sophie Grig, de la ONG Survival International, institución que tomó la causa, dijo a BBC que “el parque está manejado con una enorme brutalidad. No hay jurado, no hay juez, no se hacen preguntas. Y lo más aterrador es que hay planes para implementar esta política de disparar en el momento en toda India”.
En caso de encontrar a un cazador, la orden es perseguirlo y advertirle antes de tomar cualquier medida. “Pero si ellos disparan nosotros tenemos que matarlos”, dijo Satyendra Singh, director de la reserva natural.