
Jeannette Jara: sola mi alma
Ese parece ser el verdadero objetivo de su equipo: no ganar una primaria, sino un afecto. Hacerla querible. Lo suficientemente querible como para olvidar lo esencial: que ganar la presidencia en primera vuelta siendo comunista, contra cualquiera de los candidatos de derecha, roza lo imposible. Pero eso no impide el intento. Porque la batalla no es contra los rivales de la papeleta, sino contra el olvido.