En España aseguran que jugadores del Athletic pidieron la salida de Bielsa

Marcelo Bielsa se tambalea. La eliminación copera del Athletic ante el Eibar está pasando factura al entrenador argentino, que ve cómo los que le apoyaban desde dentro del club y parte de la afición empiezan a cuestionar su trabajo. Josu Urrutia el verano pasado apostó por la continuidad del ex seleccionador chileno. Se vio obligado a dar por bueno un segundo año de trabajo junto al argentino después de las dos finales alcanzadas por el equipo vizcaíno y pese a saber que parte de la directiva y de los jugadores no estaban por la labor de continuar al lado del técnico que mejor había hecho jugar al Athletic en la última década. Ni el anuncio de la renovación de Aurtenetxe levanta el ánimo en un San Mamés que se ha despedido de su Copa de la manera más triste posible, eliminado por un Segunda B.

Meses después, el presidente ve cómo el equipo se ha venido abajo, fuera de la Europa League, eliminados en Copa y con pocas opciones de hacer algo importante en Liga. Estaba avisado, pero Urrutia confió en un Bielsa que asfixia a los jugadores, que los deja sin aliento en el trabajo diario, circunstancia que queda demostrada cuando se comprueba que en ningún club ha durado más de dos temporadas. Mucha culpa de ello tienen sus extenuantes entrenamientos, las largas concentraciones, las repetitivas charlas, las distinciones entre titulares y suplentes y, todo hay que decirlo, el excelente juego que mostró durante la pasada campaña, digno del fútbol total de la mejor Holanda de Johan Cruyff.

La primera de las escenas tuvo lugar en el mismo palco del Vicente Calderón, con Xavi levantando la Copa del Rey a escasos centímetros. Allí mismo, en la zona noble del estadio rojiblanco, varios directivos pidieron el adiós de Bielsa, pero lo que impactó a Urrutia fue cuando tres de los jugadores con más peso del vestuario le aconsejaron un cambio en el banquillo. Esta circunstancia la argumentaron exponiendo la situación en la que se encontraban plantilla y técnico y el desgaste que sufría la relación, señalando algunos de los casos en los que existía más distancia entre los posicionamientos del entrenador y los jugadores.