¿Es la tecnología la clave para pensar el desarrollo de los deportes?
Históricamente, la relación entre algunos deportes y el desarrollo informático se presentaba de manera problemática. Sin embargo, la industria relacionada a los espectáculos deportivos ha adoptado cada vez más herramientas digitales para su crecimiento: ¿cómo imaginar el deporte del futuro?
Siempre que se piensa en la relación entre el deporte y la tecnología las aguas parecen dividirse en dos de manera abrupta. Mientras algunos consideran un avance y en cierta medida algo inevitable la conjunción de ambas esferas, para otros es un pecado imperdonable. Sin embargo, pese a esas quejas, es algo que ya sucede y cada vez se intensifica más.
En primer lugar, es un error común asociar a la tecnología únicamente con lo que tiene que ver con lo informático o digital, sino que también aplica en el desarrollo de nuevas prendas deportivas, calzados, instrumentos (raquetas, palos de hockey, balones, etc) y hasta en los estadios mismos. Esos desarrollos han generado que los deportes sean de los espectáculos más importantes de la actualidad, algo que ha quedado ratificado con el comienzo de las Eliminatorias sudamericanas y toda la polémica generada por el partido Chile vs. Uruguay y el uso del VAR.
El caso del VAR en el fútbol es quizás el más conocido, aunque esta herramienta ya se utilizaba en otros deportes que también cuentan con millones de espectadores como el tenis, el rugby o el basquetbol. Lo mismo sucede con la utilización de Big Data para potenciar rendimientos, algo que hoy en día es muy valorado por los entrenadores, tanto de deportes individuales como de deportes colectivos. Si volvemos a pensar en el fútbol, este es un factor que inclina la balanza a favor de los técnicos más jóvenes, ya que están mucho más interiorizados en ese mundo que los más veteranos.
Ahora bien, la incidencia de la tecnología en el deporte no se agota únicamente adentro del campo de juego, sino que se extiende también afuera: es sostenido en las últimas décadas el crecimiento de los eSports, o también conocidos simplemente como deportes electrónicos, llamando la atención de millones de jóvenes de todo el mundo y, por consecuencia, de sponsors.
Algo similar ocurre con los deportes pasivos como, por ejemplo, el ajedrez, que es considerado un deporte mental por el Comité Olímpico Internacional. Por otro lado, están los juegos de azar, los cuales no están avalados por el Comité Olímpico Internacional, pero existen otros organismos internacionales que los regulan, lo que permite que se pueda jugar de forma segura. Por ejemplo, existe el caso de un casino online en Chile donde puedes jugar en modo de prueba, lo que hace posible probar estrategias sin correr ningún riesgo.
De esta manera, a la hora de pensar en el deporte del futuro, es totalmente necio no incluir a la tecnología en ese panorama. Su incorporación no solo disminuye las injusticias en los fallos de los árbitros, sino que también genera mejora en el desempeño de los jugadores, un espectáculo más competitivo y entretenido, a la vez que puede reducir significativamente el riesgo de algunos tipos de lesiones en los deportistas. Si a eso le sumamos la llegada de los deportes electrónicos y el boom de los juegos de azar en línea, es más que seguro que la relación entre las nuevas tecnologías y los eventos deportivos dará que hablar en el futuro próximo.