Las tres razones por las que Brasil mete miedo
Han sido un equipo parejo en todas sus líneas y nadie ha destacado por sobre otro. Es quizás en eso donde se establece la ilusión de los brasileños para ser campeones. No es que necesiten de UN jugador para ganar o para salir de apuros.
Sudamérica no gana la Copa del Mundo hace 20 años y la esperanza de que esa mala racha se acabe pasa principalmente por Brasil. El Scratch en su último encuentro paseó a Corea del Sur y llegó a estar 4-0 a los 36 minutos de partido con los goles de Vinicius, Neymar, Richarlison y Lucas Paquetá. Luego manejó las acciones y clasificó ganando 4-1.
Es cierto que en el camino durante Qatar 2022 perdieron el invicto ante Camerún, pero ese partido terminó siendo un “cacho”, dado que el grupo lo tenían casi ganado y por lo mismo el técnico Tite guardó a varios jugadores titulares.
¿Por qué creer que la canarinha puede ser el campeón?
Primero, por su plantel. Sólo mirando al arco nos encontramos con Alisson. El portero del Liverpool, lo poco que lo han exigido, ha rendido. Ante los surcoreanos tuvo una gran tapada y el gol que le marcaron fue un golazo. No había otra forma de vencerlo. Y tiene en la banca a Ederson, el arquero del Manchester City. No hay selección que tenga este recambio en Qatar 2022.
Francia lo tiene, pero ya lo usó. Es que tras las lesiones de N’Golo Kanté y Paul Pogba, tiene como titulares a Adrien Rabiot y Aurelien Tchouameni. Y quienes están en la banca son buenos jugadores, pero en ningún caso como los ausentes.
Sigamos con Brasil. Segundo, por su ataque. Tite llevó nueve delanteros al mundial, y lo que parece ser un exceso, es una fortaleza y una oportunidad. Porque en el torneo hemos visto muchas selecciones que se tiran atrás y salen rápido de contragolpe. Ante ello se necesitan jugadores que rompan líneas y es ahí donde el Scratch tiene diferentes opciones, en el caso que alguna no resulte.
Y esos jugadores como Neymar, Vinicius, Raphinha, Richarlison, no pueden ser considerados sólo como definidores de jugadas, sino también como asistidores.
Tercero, por el desdoblamiento de funciones. Hoy en el fútbol los jugadores polifuncionales valen oro. Porque hacen más de un trabajo. Ya no vemos ese volante de corte que sólo quita balones. Ahora quita y se suma al ataque. Ese es el mínimo y los sudamericanos tienen a jugadores como Paquetá o Casemiro, que cada uno ya tiene un gol en esta Copa del Mundo.
Sin embargo, hay casos extremos. Ante Corea del Sur el que estaba sumado al ataque, y que asiste a Richarlison en su gol, es Thiago Silva, el central y capitán brasileño. Sin duda que el marcador permitió esa situación, pero que un defensa esté sumado al ataque, y en el primer tiempo, parece un exceso.
Han sido un equipo parejo en todas sus líneas y nadie ha destacado por sobre otro. Es quizás en eso donde se establece la ilusión de los brasileños para ser campeones. No es que necesiten de UN jugador para ganar o para salir de apuros. De hecho se lesionó Neymar, volvió y no se notó.
¿Algo que decir en contra de Brasil? Que más allá de haber perdido ante Camerún, en las condiciones ya expresadas, aún no juega ante un rival que ponga en aprietos a su defensa.
Todos sus oponentes han optado por echarse atrás en demasía y alargar el 0-0 lo más posible. Eso casi siempre sale mal, casi, porque los africanos zafaron y si ese partido se hubiera jugado cien veces lo perdían 99. Si lo haces, al menos ten jugadores rápidos para jugar a la contra. No hemos visto nada de eso.
¿Será Croacia el primero en hacer sufrir a Brasil? A priori no, pero este mundial por una de las cosas que será recordado, es por las sorpresas.
Jorge Gómez – Pelotazo