Camarógrafo y árbitro son los más afectados con los incidentes que ensuciaron el clásico universitario

El clásico universitario 196 era un partido especial. Después de semanas de diálogos y búsqueda para encontrar un recinto deportivo, el Estadio Ester Roa de Concepción fue la sede elegida para que Universidad de Chile y Universidad Católica jueguen por la duodécima fecha del Campeonato Nacional. En duelo, donde sólo fueron aceptados hinchas de la U, fue suspendido a los 32 minutos por incidentes.

Si bien hubo problemas menores al inicio por el uso de pirotecnia, promediando la primera media hora de partido se produjo lo más serio. Un camarógrafo de TNT Sports y el cuarto juez terminaron muy afectados por la caída de fuegos artificiales en un sector del recinto deportivo penquista.

Trauma acústico es el diagnóstico inicial de ambos afectados. Los jugadores azules volvieron furiosos al camarín, mientras que algunos cruzados se mantuvieron en el césped a la espera de la resolución oficial de lo que pasaría con este encuentro.

Como se pudo apreciar en el estadio, un grupo de hinchas identificó a uno de los responsables de estos incidentes y lo capturó. Carabineros entró a la pista que acompaña al césped para controlar la situación mientras la ANFP y las autoridades determinaban los pasos a seguir.

Hubo momentos de mucha tensión. Asistentes, familiares de los protagonistas y algunos futbolistas corrieron a socorrerse por lo ocurrido.

Manifestaciones de los hinchas de la U

Sin hinchas visitantes y con el objetivo de triunfar para subir a la cima de la tabla de posiciones en ambos elencos, estos nuevos hechos de violencia conspiraron nuevamente contra el espectáculo.

Temprano, cuentas de redes sociales de los hinchas de la U anunciaron protestas por la prohibición de ingreso de elementos de animación. Esa podría ser una de las razones de por qué se llegó a este extremo.