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24 de Mayo de 2021

Alejandra Torretti de Fundación Educacional ARAUCO: “Hay que entender que todos en algún grado estamos afectados por la pandemia”

La especialista menciona que es importante trabajar en el bienestar socioemocional de los estudiantes, pero también en el de todo el cuerpo docente, considerando que estos igualmente han sentido el peso de la crisis sanitaria y, además, deben guiar a los niños en este complejo escenario.

Por Romina Douglas
socioemocional La fundación, junto al Centro del buen trato de la UC, desarrolló diversos recursos para trabajar entre profesores y también con los alumnos. AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Según un estudio que realizó el Centro de Justicia Educacional de la Pontificia Universidad Católica de Chile, -que se aplicó a padres y apoderados de estudiantes con y sin Necesidades Educativas Especiales (NEE)-, tras la llegada de la pandemia del COVID-19 en 2020, se detectaron más dificultades de tipo ansioso depresivo, por ejemplo, entre los escolares de segundo básico, en comparación al período 2018-2019.

De hecho, y de acuerdo a una encuesta que desarrolló Educación 2020, el estrés y la ansiedad fueron algunas de las emociones más presentes -durante el primer año de la crisis sanitaria- entre los estudiantes, quienes admitieron -en un 41% de los casos- que éstas eran las que representaban mejor su estado de ánimo.

En vista de ello, el saber identificar y trabajar estas emociones ha sido un tema que hoy, en medio de un nuevo año académico en pandemia, se ha tomado la escena, llevando a que incluso desde el Ministerio de Educación, en compañía de Unicef, lanzaran en marzo de este 2021 un kit de apoyo socioemocional para abordar los efectos de la pandemia en los escolares.

Identificar las emociones

Para Alejandra Torretti, directora territorial de la Fundación Educacional ARAUCO, entidad que desde los 90’ viene trabajando en materia de bienestar socioemocional con comunidades educativas, lo primero es aprender a identificar las emociones que nos aquejan, así como también cuáles son los factores que podrían detonarlas.

“Lo importante aquí es trabajar en el reconocimiento; el destinar tiempo a saber qué me está pasando, cómo me estoy sintiendo, qué me hace bien, qué me hace mal, el ponerle nombre a lo que me pasa. No es lo mismo tener pena que tener rabia, y de repente uno dice ‘estoy muy enojado’ y, en el fondo, a lo mejor no estás enojado, estás triste, estás frustrado, estás deprimido, estás ansioso. El poner palabras adecuadas a lo que me está pasando también me ayuda a ver qué es lo que estoy sintiendo y a buscar qué está gatillando eso que me está pasando y así encontrar los recursos que me pueden ayudar a salir de ese estado que me afecta”, explicó la psicóloga.

En esa línea, ¿cómo los padres y/o apoderados pueden ayudar a los niños a aprender a identificar sus emociones?
– Lo mejor para aprender es basarse en un modelo. Lo principal es que, como adulto, reconozcas frente a los niños que a ti también te pasan cosas, que a veces te sobrepasan las emociones, que no eres un ser perfecto, y darle la posibilidad al niño de conversar al respecto. Decirle, por ejemplo, ‘sabes qué, voy a hacer una pausa, porque estoy muy enojada ahora y no te voy a responder bien, voy a dar una vuelta y después conversamos’. Esa pausa le va a enseñar al niño, primero, que es aceptable tener esas emociones, porque las emociones no son negativas, el punto está en qué hago con esas emociones, por eso siempre es importante calmarse y luego conversar acerca de lo que nos está pasando.

Alejandra Torretti, directora territorial de la Fundación Educacional ARAUCO.

Trabajar el bienestar bio- socioemocional

Tras detectar cuáles son las emociones que les afectan, el siguiente paso es aprender a trabajarlas, con el fin de darles un curso apropiado en pos del bienestar y el desarrollo socioemocional.

“Hemos estado empeñados en desarrollar una línea de trabajo que aporte al bienestar bio-socioemocional, y pongo los tres conceptos porque nos parece que es importante considerar la dimensión biológica, la social y la emocional. Lo que a nosotros nos ocurre como ser humano, nos ocurre contenido en un organismo físico-biológico, que es necesario cuidar. Dentro de este contexto es clave prestar atención a la alimentación, a las horas de sueño, incorporando pausas activas, en el caso de quienes deben pasar horas frente a un computador u otro dispositivo tecnológico, además de actividad física constante e incluso tomar sol, con el fin de activar la vitamina D. Esto, pensando en que: Si nuestro cuerpo no está bien, probablemente no vamos a poder estar bien en otros aspectos”, agregó Torretti.

Desde el punto de vista social es importante favorecer el contacto entre profesores y alumnos y también entre los estudiantes, para mantener el vínculo y el sentido de pertenencia y motivación hacia el aprendizaje.

La especialista destacó que “hay que entender que todos, en algún grado, estamos afectados por la pandemia y, por lo mismo, hay que comprender que no sólo lo que me ocurre a mí es grave”. Bajo esa premisa, parece importante dar espacio a lo emocional, para escuchar a los otros y relacionarnos desde la empatía, considerando que “todos necesitamos contención”.

¿Cómo han trabajado estos temas con las comunidades educativas?
– Para contribuir a esta tarea, desde la Fundación Educacional ARAUCO, en alianza con el Centro del buen trato de la UC, hemos desarrollado una serie de recursos orientados a las comunidades educativas, considerando que no sólo es crucial trabajar en esta materia con los niños, sino también con los docentes y con quienes ejercen cargos de liderazgo en los establecimientos educacionales. Uno de los materiales, que se pueden encontrar en la página web de la Fundación, por ejemplo, se llama “Reencontrándonos”, y sus actividades fueron diseñadas especialmente para el reencuentro de los profesores, y es que, si no cuidamos a los que cuidan, difícilmente van a poder atender de buena forma a los niños. Y después vienen los recursos diseñados para cuidar de otros, y que se basan en que los docentes puedan abrir espacios para escuchar a sus alumnos y saber qué emociones y temas los marcaron durante el período de clases a distancia, entre otras iniciativas.

Próximos pasos

Si bien, luego de más de un año en pandemia se logró instaurar la importancia de trabajar en torno al bienestar socioemocional, aún es necesario reforzar esto con y dentro de las comunidades educativas.

“Los niños no van a aprender si es que no tienen satisfechas sus necesidades primordiales básicas, que tienen que ver con sentirse seguros, con sentirse queridos y con sentirse tranquilos. Eso tenemos que privilegiarlo”, resaltó la especialista de la fundación.

¿Qué línea debiesen seguir las políticas públicas a implementar en esta materia?
– Dentro del contexto escolar tenemos que asegurar un espacio a lo bio- socioemocional, pensando en lo importante que es para el desarrollo integral de los estudiantes como condición básica para que se produzca el aprendizaje. Si no estoy bien, si no me siento bien, difícilmente podré poner energías en aprender. Por otra parte, el tema de la virtualidad también ha generado un reto para los profesores, relacionado al tener que educar de otra forma, y creo que eso es un desafío que tenemos que asumir en educación: no podemos seguir haciendo clases de la misma forma que las hacíamos antes. Estos son dos grandes desafíos para las políticas públicas y para la formación inicial de los profesores.

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