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24 de Octubre de 2022

El impacto de los Liceos Bicentenario en medio de la polémica por su financiamiento

El Gobierno planteó una reducción del presupuesto para los establecimientos que son parte del programa, lo que para la oposición sería el inicio para el fin de su existencia.

Por Sebastián Dote
La disminución de recursos para los Liceos Bicentenario generó críticas desde la oposición. AGENCIA UNO/ARCHIVO
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El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, desató un intenso debate al anunciar que se bajaría el presupuesto para los llamados Liceos Bicentenario de Excelencia, programa que busca crear establecimientos educacionales de alta exigencia para los alumnos.

Inicialmente, el secretario de Estado había hablado de un posible término gradual del programa, aunque posteriormente habló sobre una disminución de recursos. También explicó que desde 2020 no se han realizado nuevas convocatorias de escuelas para formar parte de la iniciativa, lo que iría en línea con la postura del actual Gobierno.

La declaración abrió un intenso debate entre los expertos y grandes críticas de la oposición, que acusó al Ejecutivo de “quitar los patines” y “nivelar hacia abajo” el sistema escolar, que arrastra una grave crisis desde hace años, lo que se acentuó con las restricciones por la pandemia de COVID-19.

El tema también surgió en medio de un complicado momento para los liceos emblemáticos de Santiago, los que durante este año han sido escenario de graves hechos de violencia, que en muchos casos afectaron directamente la educación de sus alumnos.

 El 18 de octubre pasado, con motivo del tercer aniversario del estallido social, recintos como el Instituto Nacional, el Liceo de Aplicación y el Internado Nacional Barros Arana (INBA) tuvieron que hacer sus clases online ante el temor por nuevos incidentes.

¿Qué son los Liceos Bicentenario?

El programa de Liceos Bicentenario fue creado en 2010 durante el primer gobierno del ex presidente Sebastián Piñera

La idea era convocar a varios establecimientos de todo el país, los que debían cumplir una serie de requisitos para obtener el aporte del Estado y un sello que los identificara. Al inicio del programa, cada liceo debía situarse en el 10% superior de resultados de la prueba SIMCE y 5% de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

En el proceso 2010-2011, en su primera etapa, postularon más de 150 establecimientos en el país para ser parte de este proyecto. De ellos, fueron seleccionados sólo 60, los que cumplieron con los objetivos para ser parte de la iniciativa.

En el detalle, los Liceos Bicentenario deben impartir educación media en alguna de las tres modalidades (humanístico- científico, técnico- profesional y artística) y compartir cinco principios de excelencia para entregar educación de calidad: Altas Expectativas, Foco en la Sala de Clases, Nivelación de aprendizajes y Re-enseñanza, Libertad y Autonomía y, por último, Liderazgo Directivo.

Actualmente este tipo de liceos contemplan una red de 320 escuelas en 150 comunas de todas las regiones del país, abarcando a cerca de 250 mil niños y jóvenes.

Preferencia por los Liceos Bicentenarios

Las autoridades del Ministerio de Educación (Mineduc) del segundo gobierno de Piñera respaldaron la continuidad y enfatizaron su papel dentro del plan del Ejecutivo para recuperar la educación media.

A finales de 2021, el entonces ministro Raúl Figueroa celebró que los Liceos Bicentenario tuvieran 3.5 veces más postulaciones que otros colegio en el Sistema de Admisión Escolar (SAE), lo que reflejaba el interés de los alumnos en este tipo de escuelas.

Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, explicó a EL DÍNAMO que “son distintos proyectos educativos los que son Liceos Bicentenario, pueden tener distinta característica”.

Lo que uno ve como un agregado es que los padres en general son capaces de identificar esa característica, lo que podríamos llamar el difícil concepto de calidad , logran verlo y por eso los prefieren a la hora de matricular a sus hijos”, expresó.

El rol de los Liceos Bicentenarios

El rol de los Liceos Bicentenarios ha sido tema de discusión entre diversos actores de la educación. Algunos opositores han planteado que la implementación de este sistema va en contra de la idea de avanzar hacia una igualdad de oportunidades para los alumnos de diversas escuelas, favoreciendo la segregación persistente.

Sin embargo, la existencia de estas escuelas ha sido bien valorada. Incluso en propio Presidente Gabriel Boric, durante una actividad en julio pasado, alabó la labor del Liceo Bicentenario de Talagante, manifestando que se trataba de “una experiencia que queremos replicar en el resto de Chile”.

El director ejecutivo de Acción Educar analizó la importancia de estos colegios, explicando que en un principio “tuvieron como objetivo replicar la experiencia académica de los liceos emblemáticos. En el fondo es ofrecer una educación de alta exigencia académica, de altos estándares, de manera de acelerar o asegurar un proceso de movilidad social mediante el acceso a la educación superior, en la educación pública obviamente y particular subvencionada”.

“Pero nosotros hemos visto, con el análisis de los primeros casos en el tiempo, que no solo lograron replicar la experiencia de los liceos emblemáticos, sino que de alguna manera pasaron a reemplazarlos en el sistema dado la decadencia de los liceos emblemáticos debido principalmente a la violencia, pero también a ciertas políticas que dificultaron su proyecto educativo”, expresó.

Daniel Rodríguez cuestionó duramente la rebaja presupuestaria a estos colegios (que se estima en cerca del 35%), afirmando además que es “un golpe duro” que Mineduc haya descartado una nueva convocatoria de escuelas.

Me parece que el ministerio tiene una diferencia profunda en términos ideológicos con la idea de los liceos de alto rendimiento, con la idea de una educación exigente que valore el mérito, que valor el esfuerzo, que valore el trabajo personal y en el fondo ponga en relieve el esfuerzo individual. El Gobierno tiene problemas con eso, de hecho lo vimos con con la eliminación de los puntajes nacionales en educación superior”, planteó.

El experto dijo además que esta postura del Ejecutivo tiene que ver “con hacer desaparecer el esfuerzo personal y el mérito a cambio de una suerte de proyecto colectivo, sin que haya unos más hábiles que otros. Incluso yo llegaría más profundo, porque a mí me da la impresión de que este Gobierno considera todo mérito ilegítimo”.

“Primero tenemos que saber cuál es la fórmula para que todos (los liceos) sean buenos. Me parece que eso es algo que todavía tenemos que descubrir, y mientas no tengamos los recursos para hacerlo, creo que no es una buena idea ir en contra de las cosas que funcionan”, comentó.

El especialista también recalcó que lograr la igualdad plena en los liceos es “irreal”, porque siempre van a existir diferencias que harán a un establecimiento mejor que otro.

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