Colegio Inglés de Talca: las graves acusaciones que golpean a uno de los establecimientos más exclusivos del Maule
El Colegio Inglés de Talca destaca por su excelencia académica, su infraestructura y por ser uno de los más caros de la región. Sin embargo, detrás de esta imagen, se esconden graves hechos de acoso y bullying, según declararon ex estudiantes a El Dínamo.
El Colegio Inglés de Talca es uno de los establecimientos más reconocidos dentro de la capital de la Región del Maule, donde resalta por su gran infraestructura, el cuantioso costo de inscripción y su excelencia académica. Sin embargo, en los últimos días, graves y estremecedores relatos han sacudido al recinto educativo, donde estudiantes y ex alumnos acusan duros casos de bullying y acoso.
Esta institución cuenta con un gran prestigio dentro de la región gracias a destacados resultados académicos regionales y nacionales. Además, gozan de diversos logros culturales y deportivos, lo cual es posible debido a la inversión académica y de infraestructura con la que cuenta la institución para sus estudiantes.
Pero, detrás de la imagen de este establecimiento, según declaran estudiantes que han pasado por el Colegio Inglés de Talca, se esconden complejos episodios con respecto a la relación entre los jóvenes.
Así es el Colegio Inglés de Talca
El cuestionado Colegio Inglés de Talca es uno de los más caros de la Región del Maule. De acuerdo a su descripción, la escuela se sustenta en cinco pilares, los cuales hacen alusión a la excelencia académica, valoración del medio ambiente, al deporte, su religión católica y el idioma inglés.
Con respecto a su infraestructura, el establecimiento cuenta con más de 5.000 metros cuadrados de construcción y cerca de cuatro hectáreas de áreas verdes.
Dentro de dicho espacio, existen laboratorios de computación, tecnología y ciencias; biblioteca, oratorio, enfermería, sala de profesores, sala de reuniones y de entrevistas; comedor para alumnos y personal, gimnasio, pista de atletismo, canchas de fútbol, entre otras áreas de uso para los docentes y los estudiantes.
Lo anterior, viene de la mano con el alto costo que tiene ingresar y permanecer en la institución educativa, puesto que la cuota de incorporación tiene un valor de 35 UF ($1.292.151), mientras que la matricula cuesta 11,5 UF ($424.564) y la colegiatura anual, 115 UF ($4.245.640), lo que deja en evidencia el nivel socioeconómico de quienes acceden al establecimiento.
Asimismo, el Colegio Inglés de Talca cuenta con uno de los mejores resultados académicos de la región, lo cual se muestra en la PAES 2023, donde obtuvieron 16 puntajes máximos en Competencia Matemática 1 (M1) y un puntaje máximo en Competencia Matemática 2 (M2).
Las acusaciones tras el prestigio del Colegio Inglés de Talca
A pesar de la excelencia académica, la gran infraestructura que ostentan y las posibilidades que les dan a los estudiantes en diversos ámbitos, estudiantes antiguos y actuales han relatado su angustiante paso por el establecimiento.
En este contexto, una mujer que pidió reserva de identidad y que estudió en dicho lugar en la década de los 2000, comentó a EL DÍNAMO su experiencia, donde relata que “fueron los peores años de mi vida. Recuerdo bien la sensación de miedo y angustia permanente”.
Tras ello, detalló las agresiones que sufrió a lo largo de su estadía en el establecimiento. “Desde ser ignorada y rechazada por los grupos; pasando por los típicos comentarios pesados (se burlaban de mi aspecto, de mis gestos) hasta la violencia física. Me hacían zancadillas, me lanzaban cosas”.
“Otra compañera me invitó a su cumpleaños y me dijo que era la invitada de honor. Allí jugamos a la gallinita ciega (juego en que se vendan los ojos y se debe intentar atrapar a los demás), así que me vendaron los ojos, y cuando entré a la habitación empezaron a golpearme“, agregó la ex estudiante del Colegio Inglés de Talca que pidió mantener el anonimato por temor.
Además, reveló algunas prácticas que tenían los niños con la niñas. “Mis compañeros hombres tenían un jueguito de ‘pastorear’ a las mujeres. En los recreos movían las mesas y nos acorralaban en una esquina de la sala mientras nos gritaban”.
“En la kermesse (una actividad que se hace en el colegio a fin de año) había un juego que se llamaba ‘la cárcel’ donde pagabas con fichas para tener a alguien encerrado en un espacio de unos tres metros cuadrados. Estaba rodeado de una lona en pleno verano y sin sombra. Me metieron ahí y no me dejaban salir. Después de una media hora, me puse a llorar, y cuando les di lástima me dejaron ir. Afuera me estaban esperando con bombitas y pistolas de agua. Esa fue literalmente la gota que rebalsó el vaso”, expuso.
De acuerdo a lo relatado por la ex alumna a EL DÍNAMO, estas angustiantes situaciones le dejaron huellas imborrables en su vida.
“Volvía a mi casa llorando y al día siguiente no me quería levantar. Odiaba ir al colegio y hacer las tareas, por eso llegaba siempre tarde a clases y mis notas bajaron. Muchos años viví con miedo a todo: tenía pesadillas, no quería caminar sola en la calle y desarrollé una personalidad que me hacía estar siempre a la defensiva”, detalló.
“Ya lo tengo en gran medida superado, pero hasta el día de hoy me cuesta confiar en la gente. Además, no puedo pasar por fuera de ese lugar: para el plebiscito tuve que ir a votar ahí y me dio un ataque de pánico. Salí llorando. No quiero volver a acercarme”, añadió, dejando en evidencia el trauma que provocan dichas acciones en la etapa educativa.
¿Qué acciones tomaba el colegio ante estas acusaciones?
Además de las agresiones que sufría, la ex estudiante del Colegio Inglés de Talca comentó que esta situación se repetía con otros alumnos de esos años. “A una niña le robaban la colación a tal punto que tenía que llevarla en una alcancía con candado. A otra la encerraron en el baño. De otro se burlaban porque era gordito, entre otros casos”.
Sobre la postura de la institución, la mujer sostiene: “Lo más importante para ellos es la excelencia académica. El bienestar de los estudiantes pasa a segundo plano, y admitir que en el colegio hay acoso les significa una mala imagen. Así que por supuesto que intentan taparlo”.
Siguiendo en esa línea, detalló las nulas acciones que tomaban los apoderados ante estos hechos de bullying y acoso en el establecimiento ubicado en el sector oriente de la comuna de Talca.
“Ningún apoderado concebía que su hijo fuera acosador. Mis papás intentaron hablar con ellos en las reuniones de apoderados, pero nadie hizo nada. Además, en esa época te decían que te lo tenias que tomar con humor, que eran bromas nomás, o que solo lo ignoraras: a palabras necias, oídos sordos. Lo que pasa es que el problema lo ponían en la víctima. Eres tú el que no se integra, el que tiene baja autoestima, el que no puede hacer amigos”, dijo.
Para cerrar, se refirió el comportamiento en general que tenían los estudiantes dentro del Colegio Inglés de Talca. “Que sea católico es circunstancial. Cuando ven que alguien es débil, tímido, introvertido, se lanzan en picada. Y si logran que se vaya una de las víctimas es un triunfo para ellos. El acoso escolar no se va a acabar mientras sigan sacando a las víctimas de los colegios y no se haga algo con los acosadores”, concluyó.
Las otras denuncias por agresiones dentro de la institución
Este relato se suma al de una estudiante de 13 años, quien a través de un video en sus redes sociales, reveló que sufre bullying en el establecimiento educacional. Esta acción hizo que desde la Superintendencia de Educación presentaran una denuncia de oficio.
Además, por medio de X, una ex estudiante, Trinidad Moreno, reveló que sufrió algo similar dentro del Colegio Inglés de Talca. “En este colegio también sufrí bullying de mis compañeros y compañeras. Más de 20 años después y los estudiantes todavía son matones, insensibles y crueles, tanto hombres como mujeres”.
“Siguieron escribiendo cosas hirientes, incluso cuando me cambié de curso. Les recuerdo con nombre y apellido. Hablo de que rozaba el acoso sexual, porque mis compañeros decidieron que, por el pecado de entrar en la pubertad antes que mis compañeras, era caliente”, detalló.
Para cerrar, abordó el tema de fondo con respecto a estos hechos dentro del recinto. “Creo que el Colegio Inglés de Talca tiene un problema de base, que son muchos apoderados y apoderadas igual de matones que sus hijos e hijas”, dijo.
Tras exponer su caso, Trinidad Moreno aseguró a EL DÍNAMO que son muchas más las alumnas que sufrieron agresiones. “Al menos seis personas me contactaron, pero ninguna quiere dar su testimonio, por miedo a que los identifiquen o por temas de salud mental. Es una cofradía”, señaló.
Sobre estas denuncias y para conocer su versión de estas acusaciones, EL DÍNAMO se contactó con el Colegio Inglés de Talca para tener más detalles sobre el protocolo que aplican para este tipo de casos. Hasta el cierre de esta nota, no hubo respuesta desde el establecimiento.