Empresa chilena lleva la Caperucita Roja al iPad
La empresa chilena Mundomono- creadora del juego Brainshake para iPad- está detrás de Bean Bag Kids, una nueva aplicación con cuentos adaptados a las nuevas tecnologías, con pequeños niños de protagonistas hechos a partir de "pufs" (peras para sentarse).
La empresa chilena Mundomono- creadora del juego Brainshake para iPad- está detrás de Bean Bag Kids, una nueva aplicación con cuentos adaptados a las nuevas tecnologías, con pequeños niños de protagonistas hechos a partir de “pufs” (peras para sentarse).
Son personajes que participan del relato de la historia clásica haciéndola interactiva.
El primer cuento que podremos disfrutar de Bean Bag Kids es “La Pequeña Caperucita Roja”, ésta sera una nueva, entretenida, moderna e interactiva forma de contar, entretener y a la vez educar con historias. La aplicación está dirigida para niños entre 1 y 7 años, ideal para el momento de contar cuentos antes de dormir, durante largos viajes o en aquellos lapsus de espera y aburrimiento de los más pequeños.
Durante la segunda semana de mayo se lanzará el cuento en el AppStore de Apple, disponible sólo para iPad y el iPad 2, con precio por definir.
En ”La Pequeña Caperucita” los usuarios podrán literalmente tocar a los Bean Bag Kids mientras actúan como la Caperucita o el Lobo Feroz, y ellos responderán con gestos, saludos o acciones. Pueden dejar que un narrador cuente la historia en inglés o español; desactivar al narrador para que así el papá o la mamá pueda leer a sus hijos; y ver la biografía de cada Bean Bag Kid.
”Las nuevas plataformas portátiles táctiles, ya sea iPad, iPhone, Samsung Galaxy y otros que aparecerán este año, son claramente un salto gigantesco en cuanto a la evolución del PC y nos hemos dado cuenta que los más envueltos y apasionados con ellos son los niños“, adelanta Daniel Escudero, director de proyectos de Mundomono.
“Esto se debe simplemente a que los niños aún no han sido educados usando un PC normal (como los adultos), con un mouse y teclado. Por más simple que suene, esta diferencia es muy grande en un niño, y en un adulto es igual, sólo que toma más tiempo acostumbrarse”, agrega.