Noche de Coca

Que es chilena, que lleva dos temporadas de salas llenas y que ya fijó una más para enero; que es la segunda obra de Elisa Zulueta, luego del montaje “Pérez”, con el que debutó en 2009, y que la dramaturga todavía no cumple 30; que ésta es la historia de la familia de una madre que un día se fue, pero también de los que se quedaron: un padre, los hijos, una tía, una hermana con problemas de aprendizaje y de una mujer que sufre el síndrome de Asperger, que regresa de Estados Unidos y enfrenta a la familia que ya la olvidó, durante la noche de reyes.

Todas esas cosas se saben del montaje “Gladys”. Estas otras se saben un poco menos: que, terminando su primera temporada en el Teatro del Puente, recibieron la visita del protagonista de “Juno” y “Scott Pilgrim vs. the World”, Michael Cera, por recomendación del director de “La nana” Sebastián Silva; que en 2011 sigue yendo gente al teatro: muchísima gente. Y que, desde las tablas, responden con naturalidad y realismo, a través del lenguaje familiar y la psicología de los personajes comunes y corrientes.

Esto es sobre “Gladys”, pero también sobre la actriz tras el personaje Ane, la hermana solterona del padre, Ander (Sergio Hernández), que cría a sus sobrinos, caracterizada por Coca Guazzini.

¿Cómo van las grabaciones de la nueva teleserie de TVN, “Aquí mando yo”?
—Estamos empezando, terminamos en enero, está bien entretenido eso. Es una historia que identifica a muchos: una pareja que se separa y que, aparentemente, siempre está queriendo volver. Que hay uno que está enamorado del otro y todo eso que significa que una pareja se separa: los amores, los desamores, los celos, las rabias, las penas. Además, está rodeada de otras historias con humor y muy bien escritas. Son situaciones de comedia, pero no hay mucho que forzar, es como comedia relajada, situaciones que te provocan risa.

Y tu personaje en esta teleserie: ¿Quién es y qué hace?
—Mi personaje es la mamá de Sofía, que es la Mane (María Elena Swett), ex suegra de Diego que es (Jorge) Zavaleta, y abuela de dos niñitas encantadoras. Es una mujer que es muy simpática y muy libre. Para ella, la vida hay que vivirla en plena libertad: ella hace lo que se le da la gana y lo goza. Tiene sus límites bastante ampliios para vivir la vida.

Las últimos tres meses hemos visto una efervescencia en la calle con una intensidad que no aparecía hace años. ¿Se está viendo algo similar en el teatro chileno actual?
—Creo que en el teatro de hoy en día hay muchas obras que están tocando el tema de la memoria, rescatando la memoria. Están trayendo hoy, digamos, los sucesos del pasado, lo que significa hoy vivir después de todos aquellos sucesos. Hay muchas obras que se encuentran en su temática. El teatro chileno, en ese sentido, está reflejando lo que le está pasando a la gente hoy, recordando o “no olvidando” cómo vivimos hoy lo que vivimos ayer y todas las repercusiones.

Y en ese sentido, ¿está yendo más gente al teatro, hay más salas y compañías?
—Yo al menos estoy en “Gladys”, y nosotros estamos absolutamente repletos, de un éxito que yo hace rato no veía. Anunciamos que vamos a estar y ya se llena al tiro. Y eso, para los que hacemos teatro, es fascinante. El sueño más grande que uno tiene y lo mejor que te puede pasar con el teatro es que (el espectáculo) esté lleno. Que vaya la gente y vea lo que uno le quiere entregar, porque lo hacemos con bastante sacrificio. El teatro es bastante sacrificado, tenemos que trabajar harto, harto rigor, harto talento de muchos actores, y una entrega que es con mucho amor, por lo tanto que vaya la gente al teatro es lo mejor que nos puede pasar.

Hablemos de Gladys…
—Es una familia chilena de origen vasco, una familia como muchas familias chilenas que se reúne la noche de reyes- ellos la celebran en lugar de navidad porque son vascos, pero es una navidad- y su fiesta que aparentemente se prepara para ser una linda y estupenda noche, se convierte en algo fuerte y doloroso porque aparece la verdad que esta familia tenía oculta hace muchos años. Eso idenfitica a muchas familias porque, en general, las familias tienen muchos secretos. Acá, eso se va a develar cuando llega el integrante de esta famila que es algo inesperado.

El personaje de Catalina Saavedra.
—Sí, ella es Gladys.

¿Y qué oculta esta familia que el personaje de Catalina Saavedra viene a destapar?
—Ah, no po, no te puedo decir (ríe). Tienes que ir a verla. Lo oculto no se puede llegar y decir, hay que descubrirlo, hay que ir a verlo.

¿Cuál es la emoción que atraviesa esta obra?
—Hay hartas: hay rabia, hay abuso de poder, hay dolor, hay frustración y hay amor, también.

Sé que están presentándose en el teatro de la UC. Pero, ¿a qué atribuyes el éxito de la temporada en Teatro del Puente?
—La obra está muy bien escrita, la escribe Elisa Zulueta que es una “niña” muy talantosa, porque es muy joven. Escribe en verdad muy bien: El mundo que presenta y devela y muestra pareciera que fuera de alguien muchísimo mayor, que tuviera muchísima más experiencia en la vida. Por como retrata y como escribe, su estructura dramática es muy buena, tiene grandes personajes, buenísimos personajes, y yo creo que los trabajos de los actores son buenos. Ahora, evidentemente que no podríamos haber hecho los personajes que hicimos si no nos muestran estos personajes escritos por Elisa. En Gladys, cada uno cumple un rol y los actores están muy bien. Es un equipo potente, donde se potencian los trabajos personales y de unos con otros; hay mucha entrega, hemos formado una gran familia, también; así como fuera del escenario, y es muy placentero hacer la obra, a pesar de que la obra es bastante dolorosa.

¿En esta segunda temporada que termina el 10 de septiembre, está el mismo reparto?
—Por ahora Elisa está reemplazando a la Nacha Baeza (en el personaje de Lucía), porque tenía un compromiso fuera.

¿Es verdad que fue a verlos Michael Cera?
—¿El de “Juno”? Sí, estaba en Chile porque va a trabajar con Sebastián Silva y él lo invitó a ver la obra y estuvimos en una fiesta con él y todo, despidiendo la primera temporada.

Y, Coca, para cerrar, ¿cómo es trabajar con una directora y dramaturga joven? ¿Es otra visión del teatro?
—Es muy rico porque la Elisa tiene una manera muy novedosa de escribir, le gusta que las situaciones vayan siendo simultáneas, y esa es una forma nueva de escribir, que además le da mucha naturalidad a lo que está ocurriendo. Su teatro es un teatro realista realista, no le gustan las actuaciones aspaventosas, sino que muy pequeñitas o naturales. Y eso hace que el espectador se meta en esta terraza, en esta casa, en esta familia. Ella es un gran aporte, creo yo, al teatro.

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Gladys
Dramaturgia y dirección: Elisa Zulueta
Elenco: Catalina Saavedra, Sergio Hernández, Coca Guazzini, Elisa Zulueta, Antonia Santa María, Álvaro Viguera.
En cartelera hasta el 10 de septiembre
Jueves, viernes y sábado a las 20:00 hrs.
General: $7.000 / Convenios y 3ª edad: $ 5.000 / Estudiantes y Jueves populares: $ 3.500
Teatro de la Universidad Católica (Jorge Washington 26, Plaza Ñuñoa)
Reservas: 205 5652