La fórmula de Roberto Farías para hacer cine diferente al "desabrido" que va a Cannes
“Hago las historias que veo y conozco, no esas sandías caladas desabridas, sin carne ni emoción, que viajan directo a Cannes”, cuenta.
El actor y director Roberto Farías salió a defender su estilo a la hora de realizar películas, las que asegura que “emergen desde la calle”, ya que éstas son historias reales, cercanas y alejadas de las grandes sumas de dineros para costear equipos técnicos y humanos.
En El Mercurio, el actor chileno detalló que gustó dirigir películas luego de participar en “La Buena Vida”, de Andrés Wood, en 2008. Allí, afirma el actor, “vi lo difícil y caro que resultaba hacer cine; con equipos técnicos y humanos eternos. Entonces decidí, en un acto enfermo e irresponsable, hacer una película con mis amigos actores (cerca de 50 personas) y la generosa cámara y benevolencia de Niles Atallah”.
Farías recordó que su cinta “Quiero Entrar”, de 2011, trató la vida de un extra que quería con todas sus fuerzas ingresar al mundo de la televisión. La producción se grabó en sólo cinco días y se realizó en una sola locación, Farías dijo que “no hubo pretensión, solo hambre por realizar”.
El actor de “El Club” explicó que su estilo “no obedece a los cánones ni dogmas del cine tradicional. Salgo a buscar las películas a la calle, a la mala, sin pedir permisos ni fondos estatales de ningún tipo”.
“Hago las historias que veo y conozco, no esas sandías caladas desabridas, sin carne ni emoción, que viajan directo a Cannes”, cuenta.
Hoy, el actor se encuentra trabajando en su tercera creación, llamada “Perkin”, que trata sobre los juniors de Santiago Centro. En el elenco están Daniel Alcaíno, Marcelo Alonso, Aldo Labarra y Sebastián Layseca, entre muchos otros.
“Nos faltan fondos para terminarla y ofrecimientos de distribuidores y salas. Nada más. Quizás mi rostro no vende, pero no se engañen, mis películas hablan más fuerte y claro que cualquier portada en el Hoyts, sobrevaloradas por pretensiones, guiones y mensajes que buscan la estupidez y el lucro”, reconoce Farías.