El difícil camino del renacer del Estadio Víctor Jara
El lugar abrirá nuevamente sus puertas para conciertos de carácter íntimo, tras estar cerrado desde 2009 para eventos culturales.
Ubicado en el estrecho pasaje Arturo Godoy de Estación Central, el Estadio Víctor Jara funciona como albergue. Por mandato del Ministerio de Desarrollo Social, recibe cada invierno a cientos de indigentes, a quienes ayuda a capear la temporada dándoles un techo para pasar las frías noches. Pero lejos de ser un espacio de cobijo, el lugar que homenajea a uno de los grandes cantautores nacionales con su nombre destaca por su notorio abandono. Afuera del estadio, se ve un paisaje hostil y desaseado.
Precisamente ese escenario pretende revertir la Fundación Víctor Jara: gracias a conversaciones con el Instituto Nacional del Deporte (IND), entidad que administra el estadio, junto con la Municipalidad de Santiago y la Corporación Víctor Jara, llegaron a un acuerdo: la reapertura parcial del estadio para eventos culturales, a partir de fines de mes con la participación de Los Vásquez, Inti Illimani, Illapu.
En 2009 las puertas del estadio se cerraron para todos los eventos de carácter artístico. Lo anterior debido a que no contaba con los permisos municipales, considerando el nuevo plano regulador de la comuna, según el cual no reunía las condiciones físicas que se requerían para realizar conciertos masivos. Así que a partir de ese entonces quedó relegado para entrenamientos deportivos y en invierno como albergue.
“Hemos dado una pelea larga por reabrir ese espacio porque no es solo un recinto deportivo sino que también fue un centro de actividad artística durante muchos años, incluso antes del golpe”, dice Cristián Galaz, director de la Fundación Víctor Jara, quien cuenta que tienen permiso municipal de recibir a sólo mil personas, pese a contar con espacio para 4.500 asistentes.
Previo a los conciertos de septiembre, se hicieron simbólicos encuentros. En abril de este año la fundación impulsó una jornada de limpieza del pasaje y luego, en el Día del Patrimonio, hicieron visitas guiadas. “Levantar un sitio de memoria implica muchas cosas, pero nosotros ya empezamos en el estadio”, cuenta Galaz.
La reapertura no fue una fecha al azar. Coincide con el natalicio del artista, el 28 del mismo mes. Si Víctor Jara estuviese vivo, este año cumpliría 85 años. Pero el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe, fue detenido en la Universidad Técnica del Estado (UTE) -actual Universidad de Santiago- y posteriormente trasladado al entonces llamado Estadio Chile junto a otros 600 prisioneros políticos. Ahí, en los vestidores el prolífico cantautor fue torturado y asesinado.
Durante la dictadura el espacio quedó a cargo de la DIGEDER y se usó de manera esporádica. Luego, al regreso de la democracia, se organizaron las jornadas de purificación del Estadio Chile, Canto Libre, con el fin de darle una nueva vida al lugar.
A partir de abril de 1991 se empezaron a hacer eventos y conciertos, llegando a tocar célebres intérpretes internacionales como Morrissey, James Brown, The White Stripes, The Strokes, Misfits, Lou Reed, así como también artistas latinoamericanos como Los Prisioneros, Soda Stereo, Charly García y Silvio Rodríguez.
En 2004, a 31 años de la muerte de Víctor Jara, el estadio cambió de nombre en reconocimiento a la memoria del cantautor chileno. Precisamente, en su honor, la fundación pretende seguir impulsando actividades. “Ahora estamos trabajando en un proyecto que nos permita remodelar el pasaje Arturo Godoy, repavimentar, instalar un memorial, un mural. Esas cosas van a permitir que sea un espacio recuperado para la ciudadanía” indica Galaz.