
Durante la primera jornada del Festival de Viña del Mar 2018, Miguel Bosé fue condecorado como el Artista Ícono tras cumplir diez presentaciones en la Quinta Vergara y recibió un criticado collage, que dio paso a memes, bromas y comentarios. Incluso Stefan Kramer se burló de él durante su rutina.
Pese a que el español ya dejó nuestro país, tras su paso por Santiago, lo cierto es que el regalo sigue en Viña del Mar y los organizadores debieron volver a guardarlo por un pequeño detalle. Debido a su peso, que alcanza los tres kilos, el staff del cantante no pudo trasladarlo, por lo que decidieron que era “inviable desplazarse entre distintas ciudades con una estructura tan voluminosa y delicada”, según reveló La Tercera.
De hecho, también determinaron que era muy difícil embarcarlo en un avión, por lo que la organzación se comprometió a enviárselo a su hogar o su oficina.
Fuentes cercanas a lo ocurrido quisieron dejar en claro que no es que a Bosé no le haya gustado el regalo o porque lo encontrara “con una estética poco atractiva para tener colgado en sus vitrinas; simplemente todo se debió a la complejidad que acarreaba incluirlo en su equipaje”.