Gloria Simonetti recordó el día en que su hijo le contó que quería ser sacerdote
La intérprete habló de cuando le contó a su hijo sacerdote que estaba en una relación con un hombre menor que él.
De su carrera, del momento en que su hijo le dijo que iba a ser sacerdote y de sus grandes amores, habló sin restricciones Gloria Simonetti en la conversación que mantuvo con Martín Cárcamo, en un nuevo episodio del De Tú a Tú, por Canal 13.
La cantante, que no tuvo pudor en reconocer que tiene 74 años, recordó sus prematuros inicios, cuando a los 4 años recitaba poesía en una tienda que había al lado del Bim Bam Bum.
También hizo memoria de sus inicios en la canción, primero de forma amateur tras conocer a Julio Zegers. “Nos presentamos primero en los festivales de la Universidad Católica, y nos ganamos todos los festivales durante cuatro años seguidos con Julio”, aseguró.
Y no esquivó hablar de su primera actuación en el Festival de Viña, en 1968, con 20 años de edad: “Fue terrible, eran pifias desde que ponía el pie en el escenario hasta que salía”, contó.
Pero no se dejó amilanar y al año siguiente encontraría su consagración con la canción “Mira, mira”, de la compositora Scottie Scott. “Ahí la gente entendió que yo no estaba haciendo esto por hobbie (…) Y me dieron todas las gaviotas”, dijo.
Vida personal
A Mientras despegaba su carrera artística, la vida amorosa de Gloria Simonetti seguía su propio derrotero.
Su primer amor fue Cristián del Campo, con quien estuvo casada cuatro años y tuvo a su hijo. Admite que separarse “fue difícil por el qué dirán, sobre todo por mi familia. ‘¿Pero qué le voy a decir a la colonia italiana?’, decían. ¿Y qué me importa a mí? Creo que fui bastante osada en atreverme a irme y hacer mi vida sola con mi hijo, que tenía 2 años”, sostuvo.
Luego conoció a Jorge Nogués, con quien estuvo casada 24 años. Recordó cómo lo conoció: “De repente al fondo veo en el horizonte un tipo espectacular. Era un bombón de chocolate, no era una cosa normal. Indescriptible. Y este hombre me levantó una ceja solamente, y yo caí envuelta en llamas, no podía creer esa indiferencia, me liquidó”.
Y también habló del trágico final en 1995, cuando se atragantó con un pedazo de carne: “No hubo nadie que hiciera la maniobra de Heimlich (…) Estuvo 4 días en coma. Yo me acostaba con él en la camilla y le cantaba, porque me acordaba de películas donde el sonido que reciben las personas que están en este trance pueden volver a conectarse. Pero le podría haber hecho un recital a Jorge y no, ya no estaba acá”.
Pero el amor le tenía más sorpresas a Gloria Simonetti. En 2015 apareció en su vida Javier Alarcón, un hombre 27 años menor. “Me gustó primero que lo vi y era para caerse muerta. Pero las neuronas son muy importantes”, contó sobre su ex pareja.
Y esa diferencia de edad también la inquietó cuando se decidió a contarle a sus cercanos.
“¡Era menor que mi hijo! Me dio mucho miedo”, dijo sobre cuando le habló del tema a su retoño: “Nos sentamos a almorzar y pensé ‘Se la voy a tirar de una, sin anestesia local’. Le dije que está pasando esto, y él me levantó dos cejas, no una. ‘¡Mamá! ¿Pero cómo?’. Y le dije ‘Mira, cuando te metiste a cura no me preguntaste ni una cuestión. Así que chao, eso sería todo, cambio y fuera’. Nunca más se habló del tema”, señaló.
Hijo sacerdote
Y al hablar de lo ocurrido esa vez, Gloria dijo que uno de los momentos más intensos de su vida fue cuando Cristián le contó que quería ser sacerdote, lo que dejó a Gloria en estado de shock. “Que tu único hijo sea sacerdote para mí fue muy violento (…) Me lo contó cuando le estaba cortando el pelo, y casi le corté la oreja”, reveló.
Igual de terrible fue el momento en que tuvo que ir a dejar a su hijo al Seminario, porque en un momento a cada papá le pasaban el micrófono para que se despidieran formalmente. Llegado su turno, contó, ella sólo atinó a estallar en llanto en el micrófono. “Él se fue y yo me quedé en un bote nadando de las lágrimas. Fue difícil, pero a final de cuentas tú entregas, porque lo que quieres es que tus hijos sean felices, nada más”, señaló la artista.
Martín mostró a la cantante un saludo del ex provincial Jesuita. “Ella es una súper buena conversadora, tiene mil anécdotas y chistes. A veces exagera un poco los cuentos, pero eso los hace más entretenidos. Me gusta que es mi mamá y de nadie más, es uno de los privilegios de ser hijo único”.
Silvio, Sandro y otros
Luego Gloria Simonetti recordó diversas anécdotas, como cuando fue mordida en la cara por un rottweiler o cuando salvó de morir en el incendio de un avión en Buenos Aires: “Quedé con terror, nunca más acepté nada más donde tenga que volar”, reveló.
También habló de vivencias con grandes de la música, como Silvio Rodríguez: “Me mandó una carta maravillosa donde me agradece la versión y el arreglo de Miguel Zabaleta”; Sandro: “Jamás tuve nada con él, solamente una amistad muy grande y un cariño entrañable”, y Fernando Ubiergo: ““Él es luz, Fernando es un amigo verdadero. Hemos estado separados pero siempre estamos unidos”, aseveró.