Ex ministra argentina sale a defender al papa: “Nunca colaboró con la dictadura”
"Es un hombre muy inteligente, muy dispuesto a escuchar, yo no soy católica, estoy bautizada pero soy atea y él lo sabía, es un hombre muy sensible al sufrimiento de la pobreza", señaló Graciela Fernández, ex titular de Desarrollo Social.
Graciela Fernández Meijide, ex ministra de Desarrollo Social de Argentina, activista de los derechos humanos y miembro de la Comisión Nacional de la Desaparición de Personas (Conadep), aseguró hoy que el papa Francisco “nunca estuvo implicado con la dictadura, jamás”.
Fernández, madre de un joven desaparecido durante la última dictadura y ministra entre 2000 y 2002 con el gobierno de Fernando de la Rúa, explicó que conoció personalmente al cardenal Jorge Mario Bergoglio en su etapa de ministra porque colaboraron en “el trabajo social muy amplio” que llevaba a cabo el arzobispado bonaerense.
“Es un hombre muy inteligente, muy dispuesto a escuchar, yo no soy católica, estoy bautizada pero soy atea y él lo sabía, es un hombre muy sensible al sufrimiento de la pobreza”, señaló Fernández.
Fernández Meijide destacó como activista por los derechos humanos después de que su hijo, un estudiante de 17 años, desapareciera en una operación clandestina de la dictadura militar argentina.
Sobre el papel que el cardenal Bergoglio, hoy papa Francisco, tuvo en la dictadura argentina, Graciela Fernández afirmó que habla con conocimiento de causa porque “yo ocupé un lugar bastante protagonista en organismos de derechos humanos y en la Conadep, y nunca tuve ningún testimonio que lo mencionara implicado con algo relacionado con la dictadura. Jamás”.
Graciela Fernández viajó a Barcelona, noreste de España, para participar en un acto de la Casa América organizado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires dentro del programa “30+30, una mirada de futuro”, en el que se analizará la experiencia democrática argentina en los últimos 30 años y sus perspectivas.
La ex ministra argentina, pese a no ser religiosa, felicitó la elección del cardenal bonaerense como nuevo papa.
“Sé como el pueblo argentino y toda Latinoamérica ha festejado esta designación, todo el continente está contento”, afirmó Fernández, que deseó suerte a su compatriota porque “ha sido convocado a una tarea de que debe ser ciclópea, porque los problemas de la Iglesia son de tanta envergadura que incluso han despedido hacia afuera a un papa”, dijo en alusión a Benedicto XVI.
La activista por los derechos humanos explicó que, según las últimas encuestas, “un 92 % de los argentinos ha festejado la elección del cardenal Bergoglio, y no lo han hecho por fe católica, porque también hay una colectividad hebrea y evangélica muy grande”.
“Yo estoy feliz -dijo- sobre todo porque va a tener un efecto que no es religioso, porque un nombramiento de tan alto lugar va a llevar los ojos del mundo a nuestro continente, que tiene no pocos problemas, sobre todo de injusticias sociales”.
“De momento, el nombramiento ha supuesto un poco de alegría en Argentina en unos momentos difíciles, y por lo demás ya veremos, pero seguro que hará que pongan la mirada y que haya gente que deje de creer que Buenos Aires es la capital de Brasil”, bromeó.
La cita con Cristina K
Sobre la entrevista que ayer mantuvieron la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y el papa en la que la mandataria pidió al obispo de Roma que mediara en el conflicto de las Malvinas, Fernández opinó que no cree que esta reivindicación “sea ahora el principal problema de Argentina, aunque está bien, pero nuestro principal problema es mejorar la distribución económica”.
En su conferencia de esta tarde, Fernández avanzó que hablará “de lo mucho que nos queda pendiente para mejorar la calidad de nuestra democracia” en un país que entre 1930 y 1983 sufrió 7 golpes de estado militares y uno en los últimos 30 años.
Fernández cree que ya no existe riesgo de nuevos golpes militares en su país porque “la sociedad ya no tiene a los militares como los que solucionan los problemas que no pueden resolver los políticos”.
Graciela Fernández transmitió su “afecto y solidaridad” al pueblo español por la crisis económica que está atravesando.
“Sé muy bien lo que es una crisis y sufrir y digerir que se está en una crisis de modelo que muchos nos proponíamos alcanzar; creo que España está en problemas serios, pero confío que toda Europa reconduzca esta situación”.