La temeraria acción de un padre borracho y armado para salvar la vida de su hijo
Un hombre se parapetó junto a la cama de su hijo en el hospital para evitar que lo desconectaran del respirador arficial.
En febrero, cuando a George Pickering II le dijeron que su hijo George Pickering III estaba con muerte cerebral, se negó a creerlo. Es que su hijo menor ya había sufrido ataques parecidos y había logrado salir del coma inducido luego de algunos meses hospitalizado. Entonces George se negó a creerlo hasta el punto de arriesgar su vida y la de varios más para probar que los médicos estaban equivocados. No le quedaba otra, porque tanto su ex esposa como su otro hijo habían autorizado al personal del hospital para desconectar al muchacho.
Entonces, a lo John Mcclane (Duro de Matar), Pickering se lanza solo contra el mundo motivado nada más que por el inquebrantable amor a su hijo. Llega al hospital un poco borracho, pistola en mano, y amenaza a todo el mundo para abrirse paso hasta la habitación del joven. Y ahí se quedó. Luego de horas de negociación, su otro hijo logró convencerlo de entregar el arma. Y entregarse. Pero Pickering aseguraba que su hijo le había apretado la mano hasta tres veces durante la intrépida escena, así que un médico del escuadrón SWAT que llegó hasta el hospital de Houston, Texas, hizo un chequeo al joven y descubrió que no tenía muerte cerebral. Al menos en su opinión.
Y terminó por ser cierto porque este mes, el joven George salió del coma y empezó a recuperarse lentamente. Todo esto mientras su padre cumplía condena por asalto agravado con arma mortal. Por suerte para ambos, el hombre tuvo que cumplir una condena abreviada por lo que antes de que termine el año será dejado en libertad y podrá acompañar a su hijo a mejorarse.