
La investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha sido de todo menos tranquila. Desde que ganó las elecciones, el millonario ha tenido una férrea oposición ciudadana y ha recibido amenazas de boicots y protestas.
Hoy, en el cambio de mando, se permitieron cerca de 30 protestas a favor y en contra del nuevo presidente de EE. UU. En algunos casos ha habido incluso enfrentamiento entre opositores y saqueos en Washington, cerca del Capitolio.
La policía ha debido ocupar gas pimienta y se han contabilizado numerosos arrestos. Una de las manifestaciones más grandes es contra el proyecto Dakota Access Pipeline, en Dakota del Norte, que moverá 470.000 barriles diarios de petróleo y que cuenta con el aval del presidente electo. Ayer también hubo concentraciones y protestas en todo el país.