Qué es la enmienda 25 que destituiría a Donald Trump antes que termine su mandato
En entrevista a EL DÍNAMO, el académico estadounidense Robert Y. Shapiro señaló que el ataque al Capitolio "fue un acto de sedición y si Trump no estuviera al final de su mandato, el Congreso estaría justificado para acusarlo y condenarlo".
El mandato de Donald Trump está previsto para que termine el 20 de enero próximo. Sin embargo, tras el caótico y violento asalto al Capitolio de Estados Unidos en medio de la ceremonia de certificación del presidente electo, Joe Biden, el panorama político podría cambiar abruptamente antes de esa fecha si se presenta la enmienda 25.
“No había precedentes en la historia que un Presidente de los Estados Unidos instara a sus partidarios a protestar en el Capitolio e irrumpir en el edificio. Este es un acto de sedición y si Donald Trump no estuviera al final de su mandato, el Congreso estaría justificado para acusarlo y condenarlo”, señaló a EL DÍNAMO Robert Y. Shapiro, especialista en política estadounidense y académico de la Universidad de Columbia.
Tras el ataque de los seguidores de Donald Trump al Congreso, “el vicepresidente Mike Pence y el gabinete estarían justificados para invocar la 25ª Enmienda si Trump presentara problemas bajo algunas de las causales constitucionales. En este caso el tema no es la aptitud mental, sino la de intentar destruir la democracia estadounidense”, sentencia el profesor estadounidense.
Qué es la enmienda 25 de la Constitución
La enmienda 25 se refiere a la sucesión del Presidente de Estados Unidos, la que puede ser aplicada si el mandatario de turno muere, renuncia o es incapaz, por alguna razón, de poder cumplir sus funciones en la Casa Blanca.
El apartado de la Constitución explica que “el Vicepresidente y una mayoría, ya sea los principales funcionarios de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro organismo que el Congreso disponga por ley” pueden pedir el cese del presidente en funciones por considerar que “no puede cumplir con los poderes y deberes de su cargo”.
La enmienda 25 fue ratificada por el Congreso como una forma para asegurar la sucesión en el poder tras el asesinato en 1963 del presidente John F. Kennedy.
En ese momento, el vicepresidente Lyndon B. Johnson asumió la jefatura de Estado pero no existía un mecanismo claro para ocupar su cargo, que había quedado vacante.
Ante esta dramática situación, el Congreso propuso esta enmienda, que fue aprobada en 1965 y se convirtió en parte de la Constitución en 1967, tras ser ratificada por 38 estados.
Capacidad mental de Donald Trump
En medio del caos del miércoles en Washington, el congresista demócrata Ted Lieu pidió al Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que invocara la enmienda 25 de la Constitución para destituir al Presidente, sindicado como responsable de incitar que sus adherentes irrumpieran en el Congreso.
“Este asalto al Capitolio de nuestra nación es un intento de golpe y todos los involucrados deben ser procesados como tales. Es momento de que el vicepresidente Mike Pence haga uso de la vigésimo quinta enmienda. El Presidente Trump está fuera de realidad”, escribió Ted Lieu en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con Lieu, Trump no está mentalmente capacitado para continuar como Presidente de Estados Unidos, y como Pence tiene la autoridad de inhabilitarlo, considera que debe ser aplicada la enmienda 25.
En caso de que la enmienda 25 sea aplicada, el vicepresidente Mike Pence pasaría a ser Presidente hasta el 20 de enero, fecha en la que Joe Biden tomará posesión.
“Trump ha dado suficientes muestras de que no es el Presidente adecuado para Estados Unidos y que no está en condiciones de seguir al mando del país considerando los daños y perjuicios profundos a la democracia norteamericana. De hecho, hubo un intento de juicio político que fracasó en el Congreso. Entonces, por más que la ciudadanía y los medios de comunicación piensen que Trump no está en condiciones de seguir gobernando hasta el 20 de enero, la realidad política y los plazos que establece la Constitución, hacen dudar respecto a que finalmente sea destituido del cargo”, explica Mauricio Morales, cientista político y académico de la Universidad de Talca a El DÍNAMO.
Una opinión similar tiene Roberto Funk, del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, quien señaló a EL DÍNAMO que “es imposible saber con certeza la condición emocional de Trump. Solo sabemos lo que cuentan sus cercanos donde algunos de ellos cuestionan su estabilidad mental. Como persona con claras características de narcisismo, el temor es que le importe las consecuencias de acciones que pueda tomar solamente como revancha o castigo hacia aquellos que siente que lo han traicionado. Los eventos del día miércoles y su incitación, demuestran que no le importa ni la posibilidad de que alguien pueda terminar herido o muerto, como efectivamente ocurrió”.
Apoyo a la destitución
Según DallasNews, casi un centenar de congresistas demócratas se ha mostrado a favor de la destitución mediante del Presidente Trump, tras la violencia demostrada por sus partidarios durante su acoso al Capitolio.
Los legisladores acusan a Donald Trump de haber alentado esta invasión que dejó un saldo de cuatro muertos y decenas de heridos y detenciones.
El impeachment contra el Presidente saliente Trump ha sido un reclamo no sólo de los congresistas y senadores. Luego de asalto al Capitolio, el gobernador demócrata de Illinois JB Pritzker pidió al Congreso que impugnara al mandatario, diciendo que “dos semanas es demasiado tiempo para que Donald Trump permanezca en el cargo”.
“A diferencia del juicio político al Presidente, la enmienda 25 supone plazos más breves en la toma de decisiones. Primero, la mayoría del gabinete debiese declarar que Trump no está en condiciones de seguir gobernando o que se encuentra incapacitado para hacerlo. Segundo, se requiere de la anuencia de los dos tercios de ambas cámaras”, indica Mauricio Morales.
“Sin embargo, Donald Trump debe dejar el cargo pronto, por lo que se ve difícil que esto avance de manera acelerada pues muy probablemente la decisión- si es que se toma- sea después de que el mandatario ya haya dejado el poder. Adicionalmente, se requiere del concurso de una parte importante de diputados y senadores republicanos, lo que por ahora no se ve tan sencillo”, señala Morales.