Las mujeres porteadoras del Camino Inca a Machu Picchu vuelven al ataque
Cada año más de 160.000 caminantes, entre turistas, porteadores y guías transitan por este enigmático lugar para poder llegar a la famosa ciudadela perdida de los Incas.
Este 30 de marzo de 2021, las mujeres porteadoras del Camino Inca harán historia una vez más. Esta vez consagrarán su participación en la industria del turismo de senderismo del Perú, cuando realicen por primera vez una caminata organizada para mujeres turistas, lideradas por mujeres guías, y apoyadas por mujeres porteadoras y cocineras.
Hace apenas tres años, la idea de tener mujeres porteadoras cargando bultos inmensos y pesados en la ruta del Camino Inca a Machu Picchu era impensable, pero en el 2021, y luego de una parada prolongada a causa de la pandemia del COVID-19, las mujeres porteadoras del Camino Inca a Machu Picchu vuelven al ataque.
El Camino Sagrado de los Incas, o “Qapaqñan” en la lengua quechua hablada por los antiguos señores de la ciudad sagrada de Machu Picchu, es un lugar icónico para aquellos caminantes que gustan del senderismo.
Cada año más de 160.000 caminantes, entre turistas, porteadores y guías transitan por este enigmático lugar para poder llegar a la famosa ciudadela perdida de los Incas.
Durante más de cuatro décadas, casi el 100% de las personas que ayudan a los turistas en esta travesía de cuatro días han sido varones. Ellos son conocidos como porteadores o estibadores; personas que se ponen a la espalda enormes bultos, pesados e incómodos que llegan a pesar casi 25 kilogramos.
En esos bultos, los porteadores transportan el equipo de campamento, tiendas, sacos de dormir, comida, y otros enseres que los turistas necesitan en esta travesía espectacular.
Hace apenas tres años, Evolution Treks Peru, una empresa con una reputación impecable en cuestiones de turismo ético y responsable, comenzó a introducir mujeres porteadoras a este rubro dominado por los hombres.
Sin embargo, para estas mujeres, el desenvolverse en una actividad en la que los varones tenían supremacía no fue fácil. El machismo enraizado en muchos de los hombres que trabajaban en esta actividad se volvió un hueso duro de roer.
A pesar de este enorme desafío y con mucha resiliencia, estas mujeres lograron abrirse camino en este rubro, lo cual significó solamente el empiezo de su aventura.
Pero como mencionamos arriba, ahora ellas demostrarán que no tienen ninguna diferencia con los varones porteadores y se pondrán por fin de igual a igual con ellos. Sin duda alguna, ¡un hecho histórico!