COVID-19: Reino Unido aprueba vacuna que protege del virus original y de la variante Ómicron
Los efectos secundarios de la vacuna serían los mismos que los observados en la dosis de refuerzo original de Moderna.
Reino Unido se convirtió en el primer país que aprobó la vacuna bivalente de Moderna, que fue desarrollada para atacar el virus original del COVID-19 y la nueva variante Ómicron, de acuerdo con la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA por sus siglas en inglés).
Con esta decisión se espera que la vacuna sea utilizada como refuerzo en el próximo otoño, pero hasta el momento se desconoce la cantidad de dosis disponibles.
Las autoridades sanitarias ya habían indicado que se ofrecerá a partir de septiembre una vacuna de refuerzo para los mayores de 50 años y para las personas que están en los grupos de mayor riesgo.
Las vacunas originales usadas durante la pandemia estaban desarrolladas para combatir la forma original del virus surgido en Wuhan, China, en el fin de 2019, pero desde entonces el virus ha mutado para al surgir nuevas variantes que pueden evadir el sistema inmunológico, lo que ha generado rebrotes de COVID-19 en varios países.
Con la vacuna bivalente se espera que sea necesaria una inyección una vez al año en los adultos.
Bautizada como mRNA-1273.214, la vacuna es una versión actualizada de la vacuna Moderna que ya se administra en todo el mundo.
De acuerdo con la MHRA, los efectos secundarios de la vacuna son los mismos que los observados en la dosis de refuerzo original de Moderna y, por lo general, fueron leves.
June Raine, directora ejecutiva de la MHRA, describió el nuevo refuerzo como “una herramienta afilada en nuestro arsenal” para proteger al Reino Unido contra el COVID-19.
“Me complace anunciar la aprobación de la vacuna de refuerzo bivalente Moderna” con el objetivo de “proporcionar una fuerte respuesta inmune contra la variante Ómicron BA.1, así como la cepa original 2020”, añadió Raine.
Para el director médico de Moderna, Paul Burton, la nueva inyección podrá aumentar los anticuerpos de una persona a niveles tan altos que es posible que solo se necesite una vez al año.