Heridas de bala: los últimos detalles del caso del joven científico chileno asesinado en Kansas
Después de encontrarse los cuerpos de Pablo Guzmán Palma junto a su compañera argentina en un incendio, las pericias arrojaron que los estudiantes de posgrado predoctoral habrían sido asesinados con un arma de fuego.
La noticia impactó a la comunidad científica nacional. El chileno Pablo Guzmán Palma, de 25 años, y la argentina Camila Behrensen, de 24, fueron encontrados muertos en Kansas City luego de un incendio que se produjo en las intersecciones de las calles 41 y Oak de esta ciudad del estado de Missouri en Estados Unidos.
A eso de las cinco de la mañana del sábado 1 de octubre, los bomberos llegaron a combatir el fuego en un edificio, donde se encontraron con los cuerpos de estos dos estudiantes sudamericanos del Instituto Stowers de Investigación Médica.
En circunstancias que no han sido esclarecidas, ambos jóvenes científicos murieron bajo la teoría de un asesinato que, hasta ahora, podría tener un carácter de xenófobo.
“El Consulado General de Chile en Chicago está a disposición de las autoridades locales para prestar la asistencia requerida respecto del caso y ha solicitado a la policía de Missouri mayores antecedentes de lo ocurrido”, afirmó la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola.
En ese contexto, nuevos antecedentes se han conocido, según los medios estadounidenses. Por ejemplo, de acuerdo al canal de televisión KSHB-TV, los jóvenes presentaban heridas de bala al concretarse el hallazgo de sus cuerpos.
“Alexa” podría ser clave para identificar al homicida de Pablo Guzmán
Las investigaciones de la policía estadounidense avanzan con el correr de las horas y los últimos movimientos apuntan a un dispositivo de voz que fue encontrado en la habitación donde perecieron Pablo Guzmán y Camila Behrensen.
Se trata de “Alexa”, un asistente controlado por voz de la marca Amazon que sirve para sincronizar varios objetos tecnológicos. En él se pueden controlar desde el microondas a otros electrodomésticos, las alarmas de reloj y, obviamente, buscar información de todo tipo en internet.
Los oficiales comenzaron las pericias de este dispositivo que podría haber grabado algún tipo de conversación u otros diálogos que lleven la investigación hacia el responsable de la muerte de los científicos, quien habría estado por varias horas en el departamento.