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20 de Mayo de 2011

Las 5 picadas de comida peruana

Alguna vez tome vacaciones en Perú sólo para comer a destajo. Terminamos recorriendo la costa de Lima dos semanas, comiendo causas, chicharrones, cebiches y tiraditos, sintiendo que el mundo se terminaba el 2012 y que a única salvación era engullirse todo lo oliera a pescado crudo.

Por Sebastián Sichel
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Alguna vez tome vacaciones en Perú sólo para comer a destajo. Terminamos recorriendo la costa de Lima dos semanas, comiendo causas, chicharrones, cebiches y tiraditos, sintiendo que el mundo se terminaba el 2012 y que la
única salvación era engullirse todo lo oliera a pescado crudo
.

De hecho, en mi ranking de los pataches más grande que me he pegado en mi vida, el primer lugar lo tiene una almuerzo en Tacna (Restaurant Fiesta) que empezó a las 14 hrs y terminó al día siguiente en un clandestino de Arica con una peruana sirviéndonos vino en taza y el caldo de gallina más picante que me he comido en mi vida.

Esto me sirve para contar las otras posiciones de mi ranking de los pataches: En el lugar número dos fue un cumpleaños en El Hoyo al almuerzo, que siguió en la tarde en el barandarian y concluyó a las 2 am con dos contertulios que me
siguieron el ritmo
(en la jornada comí 6 platos: lengua, pichanga, prietas, pernil, cebiche, arroz con mariscos y tacu-tacu
–para sellar con café con sacarina).

En tercer lugar fue un Malambo (fierro para hacer la carne al palo) hecho en mi casa, con medio chancho encima y una costilla de vaca, para seis contertulios. Después una fricandela, un lomito completo y medio completo en la Fuente Alemana. En quinto lugar seis empandas en El Rápido (antes de que se quemará y se transformará en una especie de KFC chilensis).

En fin, como siempre, pensé en comida y me desvié del objetivo final de esta columna, dar datos de locales peruanos. Les dejo los que he conocido en Santiago cada vez que persigo comer en abundancia por un bajo precio:

1.- El Ají Seco (San Antonio 530): es el más conocido y famoso, va por la tercera sucursal. Bueno y abundante, aunque sus precios ya dejaron de ser baratos. Si quiere salir perfumado, no es el lugar, acá usted se lleva un poco del olor a cebiche en el cuerpo. Lo mejor sus arroces con marisco, gran lomo saltado y un cebiche en leche de tigre… magnánimo. Su estrella, el pollo asado… no tiene nada que ver con nuestro modesto pollo chilensis.

2.- Victoria (San Antonio 771): Primeros en ofrecer la comida de casa peruana, como el tallarín saltado o el tacu-tacu con bistec (plato de gladiadores, con razón los incas caminaban más que kung-fu, después de unos porotos con carne, cualquiera). Para tomar, chicha morada o jugo especial (con miel de abeja y algarrobina peruana).

3.- El Mochica (Bilbao 1315): Este año le creció el pelo y se agrandó. Comida peruana de excelencia por precios razonables (han subido un poco) y un pisco sour de esos que se te arrugan hasta las encías. Tienen una causa de camarones y una chaufa de mar y tierra que son una joya.

4.- La Casa del Chef (Rancagua 043): Según algunas, el mejor chupe de camarones de Santiago. Yo prefiero su ají de gallina, su tallarín saltado y chaufa de mariscos. Tienen Inka cola hasta light.

5.- El Olan (Seminario 96 y 67): Es el clásico y a esta altura, insuperable. Los cebiches más grandes de Santiago y un lomo saltado con media hectárea de papas y un cuarto de vaca. No fallan nunca. Su único problema es su excesiva demanda lo que hace tener que pelear a golpes por una mesa (es una metáfora, para que nadie crea que hay que agarrarse a combos).

Deje afuera los más finolis, por lo que cobran a uno deberían darle un paseo por Lima antes de servir el plato. Igual si alguien quiere ser expropiado por un buen plato les dejo los datos: El mejor: La Mar (Nueva Costanera 3922)dan ganas de llorar por sus sabores (y sus precios), pruebe el pulpo, dan ganas de abrazar de a uno los tentáculos por lo blanditos que están. Vaya también al Paijan (Bilbao 2639)… tiene un problema de diseño su salón, pero buena comida. Y si es pariente de Rockefeller o tiene muchas culpas que pagar con la pareja, vaya una vez en la vida al Astrid&Gastón (A Bellet 201), simplemente sublime. Al otro extremo de los precios, cómase un guarique (sanguche peruano) en Donde Guido (merced con mosqueto) o dése una vuelta de noche por Bandera con Monjitas, donde en la calle sabrá lo que es comida peruana real. Un último dato, si
alguna vez algún amigo peruano lo invita a una Pollona… simplemente vaya, y me cuenta después
.

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