Víctimas de Karadima exigen justicia y reparación para todas la víctimas de abuso del clero
El arzobispo Ricardo Ezzati dijo que el caso Karadima "es un tema cerrado", tras el cierre de la Pía Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón. En carta las víctimas señalan que hay otros como ellos que "han sido abandonados por la Iglesia, agudizando su herida y trauma".
Piden que la Iglesia chilena colabore con “justicia y actos de reparación” y van más allá al agregar que mantienen “contacto con otras víctimas de abuso sexual por parte del clero, pues se han sentido abandonadas por la Iglesia, agudizando su herida y trauma”. Estas son parte de los pasajes de la carta abierta enviada este miércoles a La Segunda por las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, José Andres Murillo, Juan Carlos Cruz y James Hamilton.
Los dichos del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati en la inauguración de la versión N°103 de la Asamblea Plenaria del Episcopado, en Punta de Tralca, indicando que el caso Karadima “es un tema cerrado”, simplemente los indignaron. Las afirmaciones de Ezzati se enmarcaron en su reciente decisión de disolver la Pía Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón, que fuera encabezada por el ex párroco de El Bosque, condenado por el Vaticano por abusos sexuales contra menores.
La respuesta de Murillo, Cruz y Hamilton, indica que “el actuar de la jerarquía de la Iglesia chilena, sobre todo del arzobispado de Santiago, que hoy preside monseñor Ezzati, no fue diligente sino hasta el momento en el que las víctimas de Karadima tuvimos que exponer nuestros casos públicamente y hacer una acusación ante la justicia chilena, con enormes costos para nuestras vidas”.
A renglón seguido añaden que “la negativa de la Iglesia chilena de establecer las medidas preventivas mínimas a partir de la información con la que ya contaban gracias a la investigación de monseñor Eliseo Escudero (procurador de justicia), hace pensar que son cómplices de los abusos que fueron cometidos“.
Una realidad escándalosa
“Todo lo anterior, debidamente establecido tanto en la justicia penal como eclesiástica, los hace estar en la posición del victimario más que de juez. Si a esto le sumamos la constante despreocupación e indiferencia por las víctimas y la nula voluntad de establecer medidas concretas y efectivas de reparación, acompañamiento y prevención, transforma las declaraciones de monseñor Ezzati en al menos una imprudencia inaceptable”.
“Los casos de abuso sexual no se superan con una declaración, sino con justicia y actos de reparación”, apunta la carta.
“Es eso lo que la sociedad, la justicia, los fieles católicos y sobre todo las víctimas de abuso sexual por parte de distintos miembros del clero, y del cómplice encubrimiento por parte de la jerarquía, esperan de su Iglesia y sus pastores”, subrayan.
El documento puntualiza que los tres autores están “en contacto con otras víctimas de abuso sexual por parte del clero, pues se han sentido abandonadas por la Iglesia, agudizando su herida y trauma. Esta realidad es escandalosa y es necesario declararlo públicamente”.