Presidente Piñera y Golpe de Estado: "Muchos fueron cómplices pasivos, que sabían y no hicieron nada"
El mandatario afirmó que el Gobierno conmemorará los 40 años del golpe de Estado con "un acto republicano, sobrio" y con el objetivo de "aprender de lo que ahí pasó y nunca más repetir los mismos errores".
El Presidente Sebastián Piñera recordó que el 11 de septiembre de 1973 fue su primer día de clases en la Universidad de Harvard y que se enteró del golpe de Estado por un profesor que le contó la noticia. “Pensé que mi país se había vuelto loco e intuí de inmediato que la recuperación de la democracia sería difícil, larga y exigente”, señaló en una entrevista realizada por La Tercera.
Consultado sobre si la derecha debiera pedir perdón, el mandatario señaló que “si alguien tiene pecados, culpas, ya sea de acción u omisión, está arrepentido y siente que tiene que pedir perdón, que lo haga. Pero no creo lógico que empecemos unos a otros a exigirnos actos de perdón. El perdón es un acto libre e individual, que surge de la iniciativa y conciencia de cada uno y, por lo tanto, yo respeto a los que piden perdón y a los que sienten que no tienen necesidad de pedirlo”.
Piñera explicó que “definitivamente no es que los militares enloquecieron el 11 de septiembre y decidieron súbitamente tomarse La Moneda. Es evidente que el proceso se venía acumulando, porque el gobierno de la Unidad Popular intentó establecer una sociedad inspirada en los valores del socialismo marxista que no representaba a la inmensa mayoría de los chilenos. Todo eso se fue acumulando desde la década del 60, llegó a su clímax en los 70 y culminó con el golpe de Estado”.
Reconoció que “sin duda que el gobierno militar tuvo sombras muy profundas, como el atropello reiterado, permanente y sistemático de los derechos humanos por parte de agentes del Estado o la pérdida de libertad y la supresión de los derechos esenciales. Pero también hubo algunas luces, como el programa de modernización de nuestra sociedad, de nuestra economía e instituciones, la apertura al exterior, la incorporación de la economía social de mercado y las oportunidades para la iniciativa individual”.
Sin embargo, afirmó que “si buscamos responsables de lo ocurrido durante el gobierno militar y, particularmente, de los atropellos a los derechos humanos y la dignidad de las personas, por supuesto que hay muchos. Por de pronto, las máximas autoridades del gobierno militar, que sabían o debían saber lo que estaba ocurriendo. Pero no solamente ellos. Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada. También hubo jueces que se dejaron someter y que negaron recursos de amparo que habrían permitido salvar tantas vidas. También periodistas, que titularon sabiendo que lo publicado no correspondía a la verdad”.
Aseguró que en su Gobierno no hay ministros que hayan participado en el golpe de Estado, pero sí algunas autoridades, aunque señaló que “el hecho de haber trabajado en el gobierno militar, de buena fe, con buena voluntad y el mejor interés por Chile, no constituye una descalificación ni prohibición para seguir ejerciendo cargos de servicio público”.